BERNA.- El Banco Nacional Suizo (BNS)
sorprendió este jueves con el anuncio de la supresión de los límites
mínimos de cambio para el franco suizo introducidos hace más de tres
años, provocando un crack en la Bolsa en Zúrich y la subida de la divisa
helvética.
En un comunicado lacónico, publicado este jueves, el
BNS, a cargo de la política monetaria del país, anunció el abandono de
la tasa mínima de cambio, que fue fijada en 1,20 francos por euro hace
más de tres años, y tasas negativas para los grandes depósitos en
francos suizos para desalentar a los especuladores.
Rápidamente, el franco suizo, en fluctuación libre, subió en flecha cerca de un 30% con el euro y el dólar.
En
Londres, el franco suizo se cambiaba a las 10.00 GMT a 0,85 francos
suizos por euro, en vez de los 1,20 de antes del anuncio. Hacia las
12.30 GMT, volvía a caer a 1,03 CHR por euro.
La
Bolsa suiza también sufría un descalabro. La decisión del BNS encarece
las exportaciones de las empresas cotizadas en el parqué helvético.
Hacia
las 15.37 GMT perdía 10,20% a 8.258,50 puntos. El sector del lujo, muy
sensible a las fluctuaciones del cambio, acusaba las mayores pérdidas:
el fabricante de relojes Swatch perdía 15,91% y Richemont un 14,99%.
Sus productos se han encarecido de repente entre 20 y 30%.
En una nota, los expertos del UBS estiman que esta medida va a reducir en 5.000 millones de francos suizos (5.000 millones de euros) las exportaciones suizas.
El crecimiento de Suiza también podría verse afectado, agrega esta nota, con una caída del 0,7%.
Para
Nick Hayeck, patrón de Swatch Group, número uno mundial de la industria
relojera, el abandono del límite mínimo es un "tsunami para el conjunto
de Suiza".
Esta medida va a tener repercusiones para "la
industria de la exportación, el turismo, pero también para el conjunto
de Suiza", prosiguió.
La industria de maquinaria suiza, reagrupada en la organización patronal Swissmechanic, considera catastrófica esta decisión.
La
asociación patronal, que cuenta entre sus miembros a 1.400 pequeñas y
medianas empresas de la industria de la maquinaria, equipos eléctricos y
metales que emplean en total a más de 70.000 personas, pide al BNS que
reconsidere su decisión.
"No es posible que nuestras PME, la columna vertebral de nuestra economía, sean abandonadas así", dice Swissmechanic.
En
cambio, el suizo medio está encantado. "¡He ganado 60 francos suizos en
un segundo!", dice una señora que acaba de cambiar 300 francos suizos
por 300 euros en un banco en Ginebra. La víspera, tendría que haber
desembolsado 360 francos suizos para recibir la misma cantidad.
Las
decenas de miles de franceses, italianos y alemanes que cada mañana
cruzan la frontera para trabajar en Suiza, son los ganadores indirectos
de esta decisión del BNS. En un instante, sus ingresos mensuales han
aumentado un 30%. "Esperemos que esta tasa de cambio se mantenga hasta
finales de mes, cuando me paguen", dijo una francesa.
Esta
decisión ha pillado por sorpresa a los inversores. "El mercado no se lo
esperaba", dijo Andreas Ruhlmann, analista de IG Bank, evocando el
cambio "drástico" de política monetaria.
"Se trata de un mini crack. La credibilidad del BNS está en juego", dice Christopher Dembik, economista de Saxo Banque.
La
decisión también tiene repercusiones directas en el extranjero, sobre
todo en los países de Europa del Este, donde muchos particulares han
contraído préstamos inmobiliarios en francos suizos para financiar la
compra de sus viviendas a principios de la década de los 2000, cuando
era muy ventajoso.
Una ola de pánico se ha propagado entre 700.000
particulares con créditos inmobiliarios en francos suizos. El franco
suizo ganó 20% ante el zloty, por lo que una letra mensual de 1.000
zlotys (230 euros) pasará a 1.200 (280 euros).
Otro tanto les
ocurrirá a ciudadanos sobre todo de Hungría y Croacia que a principios
de los 2000 contrajeron créditos inmobiliarios en la divisa helvética.
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