DAVOS/FLORENCIA.- El ministro de Finanzas de
Alemania, Wolfgang Schaeuble, ha expresado su respeto por las decisiones
adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE) y ha mostrado la
disposición del Gobierno germano para hacer uso de todo el margen
disponible para realizar inversiones en el futuro.
"Incrementaremos nuestras inversiones en los próximos años (...)
Haremos uso de todo nuestro margen de maniobra", afirmó el ministro
alemán durante su intervención en el debate 'Recargando Europa',
celebrado en la ciudad suiza de Davos.
En cuanto a la reciente decisión del BCE de lanzar un ambicioso
programa de compra de activos, Schaeuble subrayó que la independencia de
la institución "es un hecho" y defendió la labor del banco central, a
pesar de la "muy difícil reacción de los medios alemanes".
"Mi responsabilidad es la política fiscal, pero la política
monetaria es la suya", subrayó Schaeuble en referencia al rol del BCE en
la zona euro.
Por otra parte, Schaeuble, ha negado que el Gobierno germano esté trabajando en una posible salida de Grecia de la zona euro, y ha recalcado que el país heleno tiene que implementar aún reformas para ser competitivo.
Durante su intervención en el debate 'Recargando Europa', celebrado en la ciudad suiza de Davos, Scaeuble subrayó los "impresionantes progresos" que ha realizado Grecia en los últimos dos años, que reconoció han sido más de los que esperaban.
Sin embargo, el ministro de Finanzas alemán incidió en que el país, que celebra elecciones generales este domingo, tendrá que seguir adoptando reformas para ser competitivo, permanezca o no dentro de la unión monetaria.
En este sentido, recalcó que su intención es que toda la eurozona permanezca unida y negó que Alemania esté trabajando en una posible salida de Grecia de la unión monetaria.
Por otro lado, indicó que los problemas que atraviesa Grecia no son culpa de Europa o de otros países, sino que son consecuencia de los errores que se cometieron en el pasado en el país.
Asimismo, remarcó que Alemania ha ayudado "una y otra vez" a Grecia, e incluso presionó al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que hiciera concesiones extraordinarias. Además, apuntó que el país no podría beneficiarse del nuevo programa de compra de deuda pública y privada del BCE si no formará parte de un programa de rescate.
Respecto a las elecciones del próximo domingo, señaló que esperará a ver que deciden los ciudadanos griegos en las urnas y recordó que ha sido testigo de dos elecciones en las que los helenos han decidido seguir haciendo lo que tenía que hacerse.
Por su parte, el ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, quiso subrayar al referirse a Grecia que la solidaridad en el seno de la eurozona "ha sido bastante considerable".
En este sentido, el ministro español indicó que la exposición española al país heleno alcanza los 26.000 millones de euros, una cifra equivalente al coste de las prestaciones por desempleo en España durante un año.
"Eso es solidaridad y ha sido compartida por los países", defendió Guindos, quien recordó que se han "reperfilado dos o tres veces" los préstamos a Grecia. "No hemos pensado en los contribuyentes españoles o los alemanes, sino en solucionar un problema", apostilló.
Por otro lado, el gobernador del Banco de Italia, Ignacio Visco, destacó los avances realizados por Italia, pero incidió que en el pasado el mayor problema del país fue la implementación de las medidas adoptadas y la elevada incertidumbre política.
Por otra parte, Schaeuble, ha negado que el Gobierno germano esté trabajando en una posible salida de Grecia de la zona euro, y ha recalcado que el país heleno tiene que implementar aún reformas para ser competitivo.
Durante su intervención en el debate 'Recargando Europa', celebrado en la ciudad suiza de Davos, Scaeuble subrayó los "impresionantes progresos" que ha realizado Grecia en los últimos dos años, que reconoció han sido más de los que esperaban.
Sin embargo, el ministro de Finanzas alemán incidió en que el país, que celebra elecciones generales este domingo, tendrá que seguir adoptando reformas para ser competitivo, permanezca o no dentro de la unión monetaria.
En este sentido, recalcó que su intención es que toda la eurozona permanezca unida y negó que Alemania esté trabajando en una posible salida de Grecia de la unión monetaria.
Por otro lado, indicó que los problemas que atraviesa Grecia no son culpa de Europa o de otros países, sino que son consecuencia de los errores que se cometieron en el pasado en el país.
Asimismo, remarcó que Alemania ha ayudado "una y otra vez" a Grecia, e incluso presionó al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que hiciera concesiones extraordinarias. Además, apuntó que el país no podría beneficiarse del nuevo programa de compra de deuda pública y privada del BCE si no formará parte de un programa de rescate.
Respecto a las elecciones del próximo domingo, señaló que esperará a ver que deciden los ciudadanos griegos en las urnas y recordó que ha sido testigo de dos elecciones en las que los helenos han decidido seguir haciendo lo que tenía que hacerse.
Por su parte, el ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, quiso subrayar al referirse a Grecia que la solidaridad en el seno de la eurozona "ha sido bastante considerable".
En este sentido, el ministro español indicó que la exposición española al país heleno alcanza los 26.000 millones de euros, una cifra equivalente al coste de las prestaciones por desempleo en España durante un año.
"Eso es solidaridad y ha sido compartida por los países", defendió Guindos, quien recordó que se han "reperfilado dos o tres veces" los préstamos a Grecia. "No hemos pensado en los contribuyentes españoles o los alemanes, sino en solucionar un problema", apostilló.
Por otro lado, el gobernador del Banco de Italia, Ignacio Visco, destacó los avances realizados por Italia, pero incidió que en el pasado el mayor problema del país fue la implementación de las medidas adoptadas y la elevada incertidumbre política.
Merkel insiste en las reformas
El programa de compras de bonos del Banco Central Europeo (BCE) no
debe usarse como justificación de los gobiernos de la zona euro para
frenar las reformas económicas, dijo el viernes la canciller alemana
Angela Merkel.
El BCE anunció este jueves que inyectará más de un billón de euros
en la alicaída economía de la zona euro a pesar de la oposición del
Bundesbank alemán y los reparos generalizados entre los políticos de la
mayor economía del bloque.
Hablando en una conferencia de prensa en Florencia con el primer
ministro italiano Matteo Renzi, Merkel dijo que ella no comentaría la
medida del BCE por respeto a su independencia, aunque enfatizó que sólo
las reformas de los gobiernos pueden reactivar la zona euro.
"No tengo la impresión de que la decisión del Banco Central
Europeo pueda llevar a que Italia diga 'ya no tenemos que seguir
haciendo reformas'. Pero yo diría que esto se debe aplicar a todos - y
nosotros vamos a observar esto en las próximas semanas y meses", dijo
Merkel.
"Ningún banco central del mundo podrá reemplazar a la política,
los líderes políticos tienen que estar a la altura de sus
responsabilidades", agregó.
Merkel tuvo palabras de aliento para los esfuerzos de reforma de
Renzi en Italia, cuya economía no ha crecido durante tres años, y Renzi
prometió que la decisión del BCE lo impulsaría a acelerar las reformas
en lugar de detenerlas.
Hablando ante el David, la estatua de Miguel Ángel, en la ciudad
de la que fue alcalde antes de llegar al poder en Italia hace un año,
Renzi dijo que "pondrá el turbo" a las reformas económicas que han sido
ampliamente criticadas como insuficientes.
Dio la bienvenida a los acontecimientos como una postura más
flexible sobre la política presupuestaria de parte de la Comisión
Europea, un planeado programa amplio de inversión en la Unión Europea,
la depreciación del euro y el plan de flexibilización cuantitativa del
BCE.
"Estos cuatro factores son extremadamente importantes para Italia y
lo que ocurrió nos obliga a hacer todavía más rápido las reformas",
sostuvo.
Ambos líderes hablaron mientras un pequeño grupo de manifestantes
disfrazados de estatuas se declaraban "monumentos a la pobreza".
El grupo manifestaba contra las políticas económicas europeas y la
influencia que según dicen ejercen Bruselas y Alemania sobre las
economías del sur del continente.
Merkel y Renzi se abstuvieron de comentar sobre las elecciones del
domingo en Grecia, más allá de decir que confiaban que el resultado no
llevaría a problemas serios para el bloque monetario.
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