viernes, 30 de enero de 2015

Bajo presión, el banco central de Rusia da oxígeno a la economía

MOSCÚ.- El banco central de Rusia, bajo presión política creciente, trató este viernes de dar oxígeno a una economía en plena asfixia.
¿Medida bien recibida frente a la amenazante recesión? ¿Concesión a las presiones políticas con efectos devastadores?
La decisión del Banco de Rusia de llevar su tasa del 17% al 15% tuvo por efecto inmediato la caída del rublo, que ha vuelto a sus peores niveles desde las negras jornadas de mediados de diciembre.
La institución, que desde hace meses se debate frente al hundimiento de la moneda y la subida de los precios, explicó que su prioridad cambió. Su objetivo, explicó, es "prevenir una caída importante de la actividad en un contexto de factores exteriores negativos" como las sanciones occidentales relacionadas con la crisis ucraniana y la caída de las cotizaciones del petróleo (principal fuente de ingresos presupuestales del Estado).
Se prevé una caída del 3,2% del Producto Interior Bruto en el primer semestre, después de un crecimiento del 0,6% en 2014.
Con una tasa del 17%, muchas voces en los medios económicos consideraban insostenible cualquier préstamo para los particulares y las empresas. Pero pocos esperaban ver al banco central revisar lo más rápido posible su drástica alza de las tasas -6,5 puntos-, anunciada entre el 15 y 16 de diciembre.
Después de meses de una depreciación cada vez más pronunciada, el rublo experimentaba en ese momento una caída sin precedentes en 15 años de poder de Vladimir Putin. El pánico se apoderó de la población, que retiró masivamente fondos de los bancos ante el riesgo del hundimiento del sistema financiero.
Si el alza de tasas dio algún alivio, la inflación siguió en cambio acelerándose: actualmente a una tasa anual del 13,1%, no debería alcanzar su máximo hasta el segundo trimestre, según el banco central.
Al 15%, la tasa directora sigue "suficientemente alta para que se puedan alcanzar los objetivos de inflación a medio plazo, pero no puede provocar un enfriamiento excesivo de la economía", dijo la presidenta del banco central, Elvira Nabioullina, citada en un comunicado. "Una bajada de dos puntos hará posible relanzar el crédito para el sector real", aseguró.
Pese a una serie de 60 medidas publicadas el martes por el gobierno para atenuar los efectos de la crisis, entre ellas inyecciones en el sistema bancario, las autoridades ya han advertido de que el producto interior bruto podría disminuir un 5% este año.
El ministro de Finanzas, Anton Silouanov, saludó una "buena decisión".
Por el contrario, los expertos del gabinete londinense Capital Economics consideraron que esta decisión, seguida de una caída del rublo, "debería hacer más mal que bien". 
"Parece reflejar una presión política creciente" y "afectará la credibilidad" del banco central, agregaron.
El Kremlin, por voz del consejero económico Andrei Belooussov, consideró "casi imposible" hacer negocios con una tasa directora al 17%.

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