ZURICH.- Funcionarios suizos trataban de
asegurar al país el domingo que la sorpresiva decisión del banco central
de eliminar el límite cambiario del franco no desestabilizará a la
economía antes de una semana crucial en que el Banco Central Europeo
podría anunciar un enorme programa de compras de bonos.
La ministra de Finanzas suiza, Eveline Widmer-Schlumpf,
dijo que espera que la tasa cambiaria se ubique en torno a 1,10 francos
por euro, un nivel que cree que las empresas del país orientado a las
exportaciones deberían ser capaces de soportar.
"Estoy confiada en que la economía será capaz de lidiar
con esta decisión. Las empresas están en una mucho mejor posición que
en 2011, cuando entró en vigor el límite cambiario", comentó a los
periódicos SonntagsBlick y Schweiz.
El Banco Nacional Suizo sorprendió a los mercados el
jueves cuando abandonó su límite cambiario, vigente por tres años, de
1,20 francos por euro, afirmando que esa política se había vuelto
insostenible.
La medida hizo que el franco suizo se apreciara con
fuerza, lo que llevó a empresas en toda Suiza a advertir de un desplome
en ganancias, y entre los sectores más expuestos figuraban el de
artículos de lujo, industria y turismo.
Con una inflación de -0,3 por ciento interanual, Suiza
también se arriesga a importar deflación si el franco se mantiene en su
nivel alto frente al euro.
Hans Hess, presidente de Swissmem -que representa a
empresas de los sectores de maquinaria, electrónica y metalurgia- dijo
al diario NZZ am Sonntag que una de cada cinco empresas industriales
suizas enfrentan una "amenaza existencial".
"La eliminación del límite cambiario costará empleos,
pero el sector superó la crisis del franco en 2011 y también enfrentará
esta crisis", afirmó.
El franco se apreció más allá de la paridad tras el
anuncio del Banco Nacional Suizo, a un máximo de 0,8500 francos por euro
para luego recortar ganancias.
El viernes, el franco cotizó a poco menos de la paridad con el euro.
El espacio de maniobra con el que contará el Banco
Nacional Suizo dependerá de lo que anuncie el Banco Central Europeo el
jueves, cuando se espera que lance un programa de compras de bonos para
reactivar a la economía y para combatir la deflación.
Si el BCE supera las expectativas del mercado, los
inversores podrían optar en masa por el franco suizo, considerado como
refugio, lo que presionaría al Banco Nacional Suizo aún más para que
actúe.
Algunos economistas y funcionarios dijeron que la tasa
cambiaria debe oscilar en torno a los 1,10 francos por euro para impedir
cualquier daño potencial a la economía.
Si la moneda se mantuviera en paridad con el euro por
un período prolongado, eso llevaría a un crecimiento económico muy débil
y a un creciente desempleo, dijo el director del Departamento de
Finanzas, Serge Gaillard, al diario Zentralschweiz am Sonntag.
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