viernes, 16 de enero de 2015

La economía alemana se afianza en 2014

FRANCFORT.- La economía alemana creció un 1,5% en 2014 tras dos años de práctico estancamiento y de superar un traspiés a mediados de año, con la ayuda de la caída del precio del petróleo y la debilidad del euro.

"Globalmente, la economía alemana ha evolucionado de manera sólida", comentó Roderich Egeler, presidente de la Oficina Federal de Estadísticas, al presentar este jueves en Berlín, este dato provisional corregido con las variaciones de precios.
Un resultado acorde con las expectativas de los economistas, pero superior a la mayoría de las previsiones oficiales. El gobierno alemán vaticinaba un crecimiento de 1,2%, y el Bundesbank y el Fondo Monetario Internacional (FMI) un 1,4%.
Los resultados de la primera economía europea han sido mucho mejores que los dos años anteriores: un crecimiento del 0,4% y 0,1%, respectivamente. Y la coyuntura es mejor que en la mayoría de los grandes socios, pese a que, como destacó Egeler, "la diferencia media se ha reducido". Se prevé un crecimiento para la zona euro del 0,8% el pasado año, y del 1,3% en el caso de los 28 miembros de la Unión Europea.
En cualquier caso, parece que Alemania ha superado las dificultades encontradas a mediados de año.
Tras un inicio prometedor en 2014, gracias al invierno clemente, la economía se desaceleró en primavera y verano boreales, rozando incluso la recesión. Pero la "coyuntura se estabilizó a finales de año", constató Egeler. La Oficina estima que en el cuarto trimestre, la locomotora de la zona euro creció en torno al 0,25%.
La caída del euro con relación del dólar, la de los precios del petróleo y la buena salud del mercado del trabajo - que por octava ocasión consecutiva en 2014 registra un récord del número de activos- ha contribuido a esta pequeña mejora. Y se espera que en 2015 los resultados se mantengan.
"La evolución será más sostenida en 2015", dice el economista Ferdinand Fichtner del instituto berlinés DIW. "El consumo debería impulsar el crecimiento, pero el comercio exterior y las inversiones también deberían mejorar".
En 2014, el consumo - gastos de particulares y del Estado- fue el principal pilar de la coyuntura. Las inversiones de equipo crecieron 3,7% tras dos años de contracción, y las exportaciones aumentaron 3,7%. Pero las importaciones también subieron de manera consistente (+3,3%), disminuyendo la contribución total del comercio exterior.
Berlín prevé por el momento un crecimiento del 1,3% este año, pero el ministerio de Economía contempla revisarlo al alza, informó este jueves el semanario Die Zeit. El ministro Sigmar Gabriel debe actualizar la cifra el 28 de enero.
Entre "las numerosas razones para ser optimista" este año, Christian Schulz de Berenberg cita "la ofensiva monetaria inminente del BCE".
La institución se prepara para proceder a la compra masiva de deuda pública en la zona euro, y Alemania debería ser uno "de los principales beneficiarios" de esta política, opina su colega Carsten Brzeski de ING, pues la tasa de interés baja estimularía el mercado inmobiliario.
Otro motivo de satisfacción para Alemania es el excedente de las cuentas públicas que fue del 0,4% del PIB el pasado año, anunciado también este jueves. En 2012 y 2013 el país, el apóstol de la ortodoxia presupuestaria había registrado un pequeño superávit. Con 11.900 millones de euros, en 2014 registró su mayor nivel desde el 2000, año en que las arcas del Estado se beneficiaron del maná de las licencias UMTS de telecomunicaciones.
Este buen resultado de las cuentas públicas es "una especificidad alemana", dice Egeler, en una Europa que lucha con los déficits. Sólo Luxemburgo estará del lado de Alemania en lo que a superávit se refiere.

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