MOSCÚ.- Un kilo de tomates les cuesta hoy
a los ciudadanos de algunas regiones de Rusia un 338% más que hace un
mes y unos pepinos un 478% más, por lo que la justicia se ha puesto
manos a la obra para investigar si se trata de prácticas abusivas.
El
embargo, decretado este verano por Moscú contra la mayoría de los
productos alimentarios europeos y estadounidenses por la crisis
ucraniana, así como el hundimiento del rublo, han provocado fuertes
subidas de los precios en Rusia, a veces injustificadas según la
fiscalía.
Así, en Perm, en el Ural, en algunas cadenas de
supermercados, "los precios del repollo aumentaron un 163%" entre el 20
de diciembre y el 23 de enero, frente a la media del 30% que subió en
Rusia en el mismo período, indica la fiscalía en un comunicado.
La
fiscalía no descarta abrir diligencias por "estafa, abuso de poder y
violación de las reglas de la competencia" contra los responsables de
esta red al término de las verificaciones que va a llevar a cabo. La
fiscalía general rusa anunció la semana pasada que había ordenado
controles entre el 20 y 23 de enero en los comercios de gran
distribución en Rusia para "establecer y castigar las infracciones a la
legislación por los precios".
En la región de Cheliabinsk, también
en el Ural, este control mostró que el precio de los pepinos en algunos
supermercados aumentó "de media" un 478,58% desde agosto pasado, el de
los tomates un 338,13% y el de los pimientos o chile dulce un 273,03%,
según un comunicado de la fiscalía local.
La inflación en Rusia
superó el 11% en 2014 de media, pero en el caso de los productos
alimentarios, los precios subieron de promedio un 15%, y se espera que
sigan subiendo en los próximos meses.
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