BRUSELAS.- Alemania y Bruselas han advertido
este jueves a Grecia de que deberá tener muy en cuenta los intereses de
sus socios europeos si quiere negociar una salida de la política de
austeridad y una reducción de su deuda.
A la espera de entrar en
el núcleo duro de las negociaciones, el Gobierno de Alexis Tsipras ha
recibido este jueves la primera visita de un dirigente de la Unión
Europea, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, quien se
ha mostrado conciliador con Atenas.
Los mercados han tenido una
jornada mucho mejor que la del miércoles y tanto la Bolsa de Atenas como
los bancos griegos se han anotado ganancias.
"Por supuesto,
cualquier demócrata debe aceptar (...) el derecho del nuevo Gobierno
griego a definir una nueva dirección", pero "también es cierto que los
ciudadanos europeos tienen el derecho de esperar que los cambios en la
política griega no se hagan en su detrimento", ha declarado el
vicanciller alemán, Sigmar Gabriel.
Por su parte, el presidente de
la Comisión, Jean-Claude Juncker, ha afirmado al diario francés Le
Figaro que "no se plantea eliminar la deuda" griega, aunque "sea posible
hacer algunos arreglos". El Gobierno de Atenas quiere negociar con la
troika de acreedores (UE, BCE
y FMI) una solución "viable" y "mutuamente beneficiosa" al problema de
su deuda (un 175% del PIB). Igualmente, quiere aplicar un gran número de
medidas con las que saldría de la política de austeridad y
privatizaciones impuesta desde 2010 a cambio de dos planes de rescate de
un total de 240.000 millones de euros.
El
miércoles, el Gobierno griego, dominado por la izquierda radical,
manifestó ampliamente sus intenciones con una sucesión de anuncios y
desde entonces no ha dejado de recibir advertencias.
Queriendo
disipar este clima enrarecido, Schulz se ha mostrado conciliador en su
visita a Atenas y ha dicho a la prensa que Grecia buscará soluciones al
problema de su deuda "en común con sus socios europeos".
"Hay miedo de
que Tsipras siga solo su camino, pero eso no es verdad, porque está a
favor de una negociación", ha explicado el alemán, tras un encuentro de
dos horas con el jefe del Gobierno griego. "Grecia busca una solución en
común con sus socios" europeos sobre el problema de su deuda y el
desmantelamiento que pide de las políticas de austeridad aplicadas desde
2010, ha insistido Schulz.
Tsipras ha calificado la conversación
de "útil y constructiva" y ha advertido de que las negociaciones con
Europa van a "requerir tiempo". Según ha dicho una fuente del Gobierno
griego, "hay muchas coincidencias" entre Schulz y Tsipras "en
cuanto a la política de austeridad" aplicada en Grecia y Europa y las
reformas e inversiones pedidas por el premier griego.
Grecia ha
llamado a un 'New Deal europeo' que sería complementario del llamado
'plan Juncker' de inversiones, que pretende movilizar 315.000 millones
de euros en tres años.
Schulz y Tsipras no han entrado en
demasiados detalles este jueves y, en ese sentido, el alemán ha dicho
esperar "pasos concretos" en la visita que hará este viernes a Atenas el
presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. Como parte de estos
primeros contactos, el ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, se
reunirá la semana que viene con sus homólogos británico, francés e
italiano.
A la presión de la Comisión Europea y de Alemania,
principal promotor de las políticas de austeridad en Europa, se ha
sumado incluso la de China, que ha expresado su preocupación por el
anuncio del Gobierno griego de que congelará la privatización de la
empresa gerente del puerto del Pireo, a la que aspiraba el conglomerado
chino COSCO
Los
mercados han tenido este jueves un día mucho mejor, después de haber
caído con fuerza el miércoles tras los primeros anuncios del Gobierno de
coalición formado por la izquierda radical Syriza y Griegos
Independientes (derecha soberanista).
La Bolsa de Atenas, que el
miércoles perdió un 9,24%, ha cerrado este jueves con una ganancia de un
3,2%. Los protagonistas de la subida han sido los bancos, cuyo índice
se anotó un 13%. Sin embargo, el interés del bono griego a 10 años, de
referencia en el mercado, sigue por encima del 11%, prueba de que sigue
habiendo mucha desconfianza.
Según los datos del Banco de Grecia,
los clientes sacaron 11.000 millones de euros en enero de los bancos
griegos, mucho más que los 3.000 millones que se retiraron en diciembre.
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