BRUSELAS.- La Unión Europea
(UE) y especialmente la eurozona entran en 2015 de nuevo con
preocupación sobre el futuro político y económico de Grecia y con la
misión de poner a andar el ambicioso plan de inversiones de 315.000
millones de euros con el que espera animar la renqueante economía
europea.
Además del plan de inversiones, la UE se prepara en 2015 para un
paquete ambicioso para un mercado digital único y una Unión Energética,
así como una nueva política sobre inmigración y un "entorno justo" en
materia tributaria para evitar evasiones fiscales, recordó la
portavoz comunitaria Natasha Bertaud.
La UE acabó 2014 con el apoyo de los líderes al "plan Juncker", con
el que pretenden movilizar financiación para proyectos de
infraestructuras de transporte, banda ancha y energía o de
investigación, e impulsar así el PIB comunitario en hasta 410.000
millones y crear hasta 1,3 millones de empleos hasta 2017.
El plan debe estar operativo a mediados de 2015, por lo que la CE
propondrá este mes una base legal para la creación del Fondo Europeo
para Inversiones Estratégicas gestionado por el Banco Europeo de
Inversiones (BEI).
Éste comenzará ya este mes con ciertas actividades a través de sus
propios fondos, de manera que el plan "ya comienza a funcionar
efectivamente en enero, porque no tenemos tiempo que perder", dijo
Bertaud.
Así, la UE cerró 2014 con propuestas y buenas intenciones para reactivar las inversiones y reforzar la confianza en la eurozona.
Pero es precisamente la confianza en la eurozona la que se ve de
nuevo amenazada por uno de sus miembros, al que llevan ayudando años
para que salga de un rescate que les ha costado unos 172.600 millones de
euros.
La incertidumbre en torno a elecciones anticipadas convocadas en
Grecia para el 25 de enero ha provocado que la troika, formada por el
Fondo Monetario Internacional (FMI), la CE y el Banco Central Europeo
(BCE), suspendiera los próximos desembolsos de ayuda y las negociaciones
con Atenas hasta que haya un nuevo Gobierno.
En la memoria de todos los países sigue presente el "flirteo" de
Grecia con la salida del euro en 2011 con el anuncio de un referéndum
sobre el plan de rescate del que después desistió y dos elecciones
tensas en 2012.
Entonces exigieron a los líderes de los partidos políticos de Grecia
que se comprometieran por escrito con más reformas y ajustes antes de
desembolsar un sexto tramo y de aprobar el segundo rescate al país.
Ahora, la posibilidad de que el partido izquierdista Syriza liderado
por Alexis Tsipras salga vencedor en las elecciones, vuelve a situar a
la eurozona y a Grecia en un escenario similar, en el que se escucha de
nuevo la palabra "Grexit".
Tanto la CE, en boca de su comisario de Asuntos Económicos, Pierre
Moscovici, como el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, han
advertido a Atenas de que el futuro Gobierno debe cumplir los
compromisos asumidos y que es para todos mejor que Grecia permanezca en
la zona del euro, también para poder seguir beneficiándose de la
solidaridad financiera de sus socios.
Syriza ha prometido que acabará con las políticas de austeridad y que
aplicará una política de inversiones que sirva para crear empleo y para
el crecimiento de la economía.
Los partidos de la coalición gubernamental saliente, la conservadora
Nueva Democracia y el socialdemócrata Pasok, acusan a Syriza de
políticas aventureras y prevén que si este partido gana las elecciones
Grecia acabará saliendo del euro.
Miembros de las instituciones comunitarias recuerdan aún que en 2012
Tsipras abogó por abolir el memorando de entendimiento suscrito con la
troika, renegociar el préstamo y decretar una moratoria del pago de la
deuda y sus intereses.
La diferencia con hace dos años, cuando se encontraba en el peor
momento de la crisis de deuda, la eurozona está ahora mejor preparada
para reaccionar a cualquier foco de inestabilidad o eventual contagio,
porque ha creado "cortafuegos" a través de fondos de rescate e
implantado mecanismos para gestionar mejor quiebras bancarias, entre
otras medidas.
Para el analista de Open Europe, Raoul Ruparel, la nueva crisis
griega ha provocado "poco o ningún" efecto de contagio en otros países
del euro, pero "como ha sido el caso a menudo, Grecia podría convertirse
de nuevo en el escenario de prueba para la próxima ronda de políticas
anticrisis de la eurozona".
El Eurogrupo se reunirá un día después de las elecciones griegas.
Antes de irse al receso de Navidad prolongó hasta finales de febrero el
segundo rescate al país.
Eso deja poco margen al Gobierno que se forme en Grecia a negociar
con la troika la última revisión que está aún pendiente de finalización y
un nuevo crédito con condiciones reforzadas por parte de la eurozona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario