LONDRES.- El Banco de
Inglaterra votó por unanimidad mantener sin cambios los tipos de interés
en su reunión de enero por primera vez desde julio, después de que dos
responsables de política monetaria dejaran de pedir alzas de tipos ante
el retroceso de la inflación.
En su reunión del 7 y 8 de enero, el banco central mantuvo el tipo de interés de referencia en un 0,5 por ciento.
Según las actas de esa reunión, Martin Weale e Ian
McCafferty, miembros del comité de política monetaria que desde agosto
pedían que se elevaran los tipos de interés, dijeron que subirlas ahora
podría causar que la baja inflación se prolongue.
Datos publicados la semana pasada mostraron que la
inflación en Reino Unido se desaceleró en diciembre a un 0,5 por ciento,
su nivel más bajo en más de 14 años y lejos del objetivo de un 2 por
ciento del banco.
La decisión de Weale y McCafferty de dejar de pedir un
alza de tipos se produce aun cuando el miércoles se publicaron cifras
del mercado laboral que mostraron que la tasa de desempleo cayó a un 5,8
por ciento, su nivel más bajo en más de seis años.
Esos datos explicarían por qué el Banco de Inglaterra
piensa que es mucho menos probable que las caídas persistentes en los
precios se mantengan en Inglaterra, en contraposición a lo que ocurre en
la zona euro, donde el Banco Central Europeo evalúa lanzar su primer
programa de compra de bonos.
"(Weale y McCafferty) destacaron el riesgo de que la
baja inflación pudiera persistir por más tiempo del que implicaban los
factores temporales y concluyeron que, en la coyuntura actual, ese
riesgo subiría con un alza de tipos".
El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, ha
dicho que la inflación podría volverse negativa en los meses próximos
pero que el banco no veía la necesidad de que se aplicara más estímulo y
que de todas formas pensaba subir los tipos en un futuro previsible.
Las actas mostraron que el banco central veía una
posibilidad "casi igual" de que se produzca inflación negativa en algún
momento del primer semestre de 2015.
No obstante, las actas revelaron también que los
miembros del banco central esperaban que esa situación sea temporal,
siempre que los precios del petróleo no caigan más.
Carney ha dicho que la caída en los precios del
petróleo es un factor positivo neto para la economía británica y que el
banco central revisaría el efecto directo sobre la inflación de esos
bajos precios del crudo.
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