GINEBRA.- A nivel global, la OIT advierte de que las perspectivas laborales en el mundo empeorarán durante los próximos cinco años,
hasta el punto de que el paro aumentará en tres millones de personas en
2015 y en ocho millones entre 2016 y 2019, lo que situará el total de
desempleados en el mundo en unos 212 millones en 2019, frente a los 201
millones que había en 2014.
Así lo refleja la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) en su último informe sobre 'Perspectivas
Laborales y Sociales en el Mundo', en el que advierte que recuperar los
niveles de paro y subempleo anteriores a la crisis será una "ardua
tarea".
De hecho, el número de parados actual (201 millones en 2014) supera en 31 millones la cifra registrada antes del estallido de la crisis global, que ha provocado la destrucción de 61 millones de empleos hasta 2014.
La
OIT calcula que, contando con las personas que se incorporarán al
mercado laboral durante los próximos cinco años, se necesitarán crear
280 millones de nuevos empleos hasta 2019 para suplir la brecha de
empleo generada con la crisis.
La organización avisa además de que los jóvenes continúan viéndose afectados por el paro "de manera desproporcionada".
Así, en 2014, cerca de 74 millones de personas de entre 15 y 24 años
buscaban trabajo, triplicando la tasa de paro juvenil la de los adultos.
Por lo que respecta a la tasa de paro en España, bajará de manera gradual durante los próximos
cinco años, pero continuará siendo una de las más elevadas entre las
economías desarrolladas durante la presenta década, puesto que superará el 21% al menos hasta 2019, para cuando la Organización Internacional del Trabajo (OIT) prevé que el desempleo alcance el 21,49%, frente al 23,6% estimado para 2015.
En concreto, la institución internacional pronostica que la tasa de desempleo en España bajará desde el 23,6% estimado para 2015 al 22,8% en 2016, situándose en el 22,16% un año después y en el 21,82% en 2017, mientras que en 2019 la tasa de paro en España sería del 21,49%. De confirmarse las expectativas de la OIT, la economía española cumpliría una década completa con el desempleo por encima del 20%, puesto que en 2010 la tasa de paro en el país ya se situó en el 20,23%, frente al 8,4% registrado en 2007, año en el que comenzaron las dificultades en el sector hipotecario y financiero que desembocaron en una crisis global.
Por otro lado, la OIT añade que los recortes salariales en países como España pueden haber contribuido a reducir los diferenciales en competitividad de costes en el seno de la zona euro, donde se aprecia una relativa convergencia de los costes laborales unitarios.
"Sin embargo, esto no siempre se ha traducido en una mejoría de la competitividad externa y una recolocación interna hacia los sectores más productivos", indica la institución.
De hecho, la OIT señala que en España, donde las exportaciones se han recuperado, el crecimiento de las empresas se enfrenta a dificultades relacionadas con la debilidad de la demanda interna, las restricciones en la concesión de crédito y la estricta regulación de los mercados de productos.
En concreto, la institución internacional pronostica que la tasa de desempleo en España bajará desde el 23,6% estimado para 2015 al 22,8% en 2016, situándose en el 22,16% un año después y en el 21,82% en 2017, mientras que en 2019 la tasa de paro en España sería del 21,49%. De confirmarse las expectativas de la OIT, la economía española cumpliría una década completa con el desempleo por encima del 20%, puesto que en 2010 la tasa de paro en el país ya se situó en el 20,23%, frente al 8,4% registrado en 2007, año en el que comenzaron las dificultades en el sector hipotecario y financiero que desembocaron en una crisis global.
Por otro lado, la OIT añade que los recortes salariales en países como España pueden haber contribuido a reducir los diferenciales en competitividad de costes en el seno de la zona euro, donde se aprecia una relativa convergencia de los costes laborales unitarios.
"Sin embargo, esto no siempre se ha traducido en una mejoría de la competitividad externa y una recolocación interna hacia los sectores más productivos", indica la institución.
De hecho, la OIT señala que en España, donde las exportaciones se han recuperado, el crecimiento de las empresas se enfrenta a dificultades relacionadas con la debilidad de la demanda interna, las restricciones en la concesión de crédito y la estricta regulación de los mercados de productos.
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