miércoles, 21 de enero de 2015

La caída del crudo castiga a las multinacionales / Julián González

Los precios que ha adquirido el petróleo se está cobrando ya las primeras víctimas, y lo que beneficia a unos, por lo que supone reducir la factura energética en la compra de crudo, como España, a otros les está abriendo un enorme socavón en sus cuentas, caso de Venezuela y México. Las multinacionales no son ajenas a esta debacle del barril que les obliga a paralizar muchos proyectos y tener que abandonar pozos hasta que el vendaval de caída libre amaine y que el brent y el west texas intermediate (WTI), las dos cotizaciones internacionales, vuelvan a recuperar la cima de los 100 dólares.

La crisis del crudo arrastra sin piedad a todas las em­presas pe­tro­lí­fe­ras, más si cabe a las grandes que a las pe­queñas. Quién iba a pensar que mul­ti­na­cio­nales como British Petroleum y la an­glo-ho­lan­desa Shell ten­drían que decir basta, echar el ce­rro­jazo a pro­yectos y poner a tra­ba­ja­dores en la ca­lle, cuando hasta ahora no ha­bían co­no­cido los lí­mites de la ex­pan­sión. Pues eso es lo que está su­ce­diendo. Esta vez no han sido los países pro­duc­tores quienes les han echado, como ocu­rrió en la pri­mera crisis de 1973 cuando los Estados na­cio­na­li­zaron sus pozos y las Siete Hermanas (Esso, Mobil, Chevron, Texaco, Gulf Oil Corporation, Shell y Bristish Petroleum) tu­vieron que aban­donar países como Argelia, Libia, sino que son ellas mismas quienes están po­niendo el tapón a los pozos menos ren­ta­bles.

Como pasó con la crisis in­mo­bi­liaria de España que con­virtió la cons­truc­ción en un erial de blo­ques aban­do­nados y llenó los campos de grúas y ex­ca­va­doras pa­ra­li­za­das, ahora está su­ce­diendo prác­ti­ca­mente lo mismo con las grandes pla­ta­formas que per­foran en los mares pro­fundos de los océa­nos. Todavía no son cha­tarra ni piezas de de­rribo pero pueden con­ver­tirse en algo pa­re­cido si la si­tua­ción no me­jora y las co­ti­za­ciones del ba­rril vuelven a re­cu­perar el nivel de hace un año.

Las ta­rifas de al­quiler de las pla­ta­formas que se uti­lizan para aguas ul­tra­pro­fundas en el Golfo de México, del Mar del Norte, y en aguas de Angola, por ejem­plo, se están des­plo­mando porque no hay com­pañía que se gaste un dólar en ex­plorar en zonas donde cuesta más llegar hasta los 4.000 me­tros que el pe­tróleo y el gas que van a ex­traer. Hay ya­ci­mientos donde sacar un ba­rril está por en­cima de los 30-40 dó­lares con lo que ni se cu­bren los costes de ex­plo­ta­ción.

Esto ha lle­vado a que las tasas que se mueven para los barcos per­fo­ra­dores hayan caído hasta más de 100.000 dó­lares por de­bajo de los ni­veles que se mo­vían a prin­ci­pios de 2014. Los pre­cios me­dios han mar­cado este mes ni­veles mí­nimos de en torno a los 400.000 dó­la­res, una cifra que no se re­gis­traba desde hacía 15 años. El mayor pro­veedor de ser­vi­cios pe­tro­le­ros, Schlumberg Limited, ha anun­ciado que re­cor­tará más de 8.000 em­pleos equi­va­lente a un 7% de su plan­tilla -emplea a unas 120.000 per­so­nas- re­par­tida por todo el mundo para poder con­trolar los costes y que el de­rrumbe de los pre­cios no arrastre a todo el grupo y entre en quiebra téc­nica.

Recortes de hasta un 30%
Un re­ciente in­forme de Barclays es­ti­maba que las em­presas pe­tro­leras po­drían verse obli­gadas a re­cortar sus gastos en ex­plo­ra­ción y pro­duc­ción de crudo hasta un 30% en América del Norte si el crudo se man­tiene en Estados Unidos entre los 50 y los 60 dó­la­res. El precio del brent del Mar del Norte y el West Texas Intermediate (WTI) está por de­bajo de los 50, lo que quiere decir que, de se­guir así, las com­pañías ten­drán que aplicar la ti­jera, no sólo por la si­tua­ción ac­tual sino porque las pre­vi­siones apuntan a que la ten­dencia es man­te­nerse en estos ni­veles hasta tanto Arabia Saudí y EEUU no re­duzcan sus ni­veles de pro­duc­ción.

La de­ci­sión más sor­pren­dente la ha to­mado hasta ahora la an­glo-ho­lan­desa Shell que ha acor­dado pa­ra­lizar el pro­yecto de cons­truc­ción de la mayor planta pe­tro­quí­mica del mundo, de 6.500 mi­llones de dó­la­res, en co­la­bo­ra­ción de Qatar Petroleum. La mul­ti­na­cional pe­tro­lera ha re­ba­jado además los sa­la­rios al per­sonal con­tra­tado y a los au­tó­nomos que tra­bajan en los pozos del Mar del Norte y del sud­este de Asia y está re­vi­sando los con­tratos con los pro­vee­dores para re­ducir los costes ope­ra­ti­vos.

Otras de las grandes como British Petroleum y Conoco Philips han anun­ciado igual­mente re­cortes de plan­tilla en sus pro­yectos del Mar del Norte. BP es­tima re­cortar en un prin­cipio unos 300 em­pleos y el grupo es­ta­dou­ni­dense otros 230. La no­ruega Statoil no ha dado ci­fras pero sí ha re­nun­ciado a per­misos de ex­plo­ra­ción que tenía en el Ártico por estos mismos mo­ti­vos. El pre­si­dente re­gional de BP en Mar del Norte, Trevor Garlick, ha seña­lado que, “debido a los desafíos de esta re­gión y el en­du­re­ci­miento de las con­di­ciones del mer­cado, es­tamos to­mando me­didas es­pe­cí­ficas para ase­gurar que nuestro ne­gocio siga siendo com­pe­ti­ti­vo”, pero “estamos com­pro­me­tidos con el Mar del Norte y vemos fu­turo a largo plazo para nuestro ne­gocio aquí”.

Efecto mul­ti­pli­ca­dor
Pese a que estos ajustes no son muy ele­va­dos, sí ilus­tran el mo­mento por el que están pa­sando las grandes com­pañías pro­duc­to­ras. Estos des­pidos ge­neran a su vez un efecto mul­ti­pli­cador entre las em­presas que su­mi­nis­tran ma­te­rial o, como co­men­tá­bamos an­te­rior­mente, al­quilan grandes pla­ta­formas para ex­plo­rar. Noruega es uno de los países que ahora mismo está su­friendo más si cabe este efecto. El Mar del Norte es una de las zonas donde ma­yores re­servas existen de crudo a nivel mun­dial pero, en cam­bio, tiene donde la ex­plo­ra­ción un fuerte hán­di­cap, y es que es muy cos­toso ex­traer crudo en la zona.

El Estado no­ruego ha dicho ya que es­tudia re­cortar un 15% sus in­ver­siones en 2015 en ex­plorar crudo y gas por causas de la ac­tual si­tua­ción. El ejer­cicio pa­sado in­virtió más de 18.000 mi­llones de euros y ha anun­ciado que prevé re­cortar aún más esta ci­fra. Noruega es un país donde la ex­plo­ra­ción es ele­vada pero hay que decir tam­bién que casi todos los pin­chazos que se rea­lizan son un éxito. Todo lo con­trario de lo que ha ocu­rrido en Canarias donde Repsol ha de­ci­dido aban­donar porque no hay re­servas su­fi­cientes para con­ti­nuar la ex­plo­ra­ción.

El país nór­dico realizó el ejer­cicio pa­sado 56 pros­pec­ciones en la pla­ta­forma con­ti­nental no­ruega. De ellos, 22 re­sul­taron po­si­tivos en Mar del Norte, cinco en mar de Noruega y nueve en el de Barents. Otros cuatro ya­ci­mientos co­men­zaron su pro­duc­ción, con un po­ten­cial de entre 40 y 110 mi­llones de me­tros cú­bicos de pe­tróleo con­den­sado y de entre 25.000 y 75.000 mi­llones de me­tros cú­bicos de gas re­cu­pe­ra­ble.

La jefa del Directorio de Petróleo Noruego, Bente Nyland, ha afir­mado que la mayor parte de los 79 ya­ci­mientos ac­tual­mente ope­ra­tivos en la pla­ta­forma con­ti­nental no­ruega tienen mu­chos años de vida por de­lante y son “rentables”, por lo que tanto el Estado como las mul­ti­na­cio­nales “seguirán ga­nando di­nero, aunque se pro­duzcan más des­censos en el precio del cru­do”.

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