WASHINGTON.- El presidente de EEUU, Barack Obama,
encara el discurso del Estado de la Unión ante el Congreso, en el que
delineará su política para este año, con una subida en su popularidad
aupado por los buenos datos económicos y sus recientes medidas de alivio
migratorio.
Una encuesta divulgada por la cadena NBC y el diario "The Wall Street Journal" situaba la popularidad de Obama en el 46 %,
el mayor nivel desde octubre de 2013, cuando se produjo el cierre
parcial de la Administración Federal ante la parálisis del Congreso.
Y la cifra ascendía al 49 % si se preguntaba a los encuestados por el manejo de la economía.
Por eso, no es de extrañar que sean los progresos económicos logrados por EEUU en los últimos meses -con un desempleo que cerró en el 5,6 % en diciembre, el nivel más bajo desde junio de 2008; y un crecimiento del 5 % de la economía en el tercer trimestre del pasado año, el mayor en once años- los ejes principales del esperado discurso del gobernante.
"A
lo largo de la mayor parte de 2014, Barack Obama tuvo unos fuertes
vientos de cara. Empieza 2015 con una ligera brisa en su espalda",
indicó Peter Hart, uno de los directores de la encuesta, realizada entre
el 14 y el 17 de enero a 800 adultos, y con un margen de error de
+/-3,5 %.
De hecho, los asesores del presidente consideran que estas mejorías evidentes en los datos macroeconómicos deben aún ser trasladadas a las clases medias, y en ese aspecto incidirá Obama en su alocución.
Este fin de semana, la Casa Blanca dio a conocer la propuesta de Obama para que el Congreso apruebe un aumento de los impuestos y tasas a los más ricos y grandes entidades financieras para reducir los tributos a la clase media.
Con
su plan, el presidente estadounidense pretende recaudar 320.000
millones de dólares en diez años y reducir en 175.000 millones los
impuestos para ayudar a familias trabajadoras.
Asimismo, ha insistido en la importancia de mejorar las condiciones laborales de los empleados
y ha instado a garantizar la baja por enfermedad pagada y la subida del
salario mínimo federal, que permanece estancado en los 7,25 dólares la
hora desde 2009.
Como novedad, esta vez será la primera en la que
Obama se dirija a un Congreso con mayoría de la oposición republicana en
las dos cámaras desde que llegó a la Presidencia, en el que será su
séptimo y penúltimo discurso del Estado de la Unión.
En apenas dos
semanas, la confrontación con los republicanos ya ha quedado patente
con la amenaza de veto por parte del presidente de las propuestas de
legislación para la construcción del oleoducto Keystone entre Canadá y
EEUU, y el intento republicano de retirar fondos al Departamento de
Seguridad Nacional.
De hecho, el periódico "The Washington Post" remarca que Obama tiene intención de ir a la "ofensiva" en su discurso ante la oposición republicana, y describe la postura del mandatario como "desafiante".
En
la alocución, buscará trazar las líneas básicas de su programa para los
dos últimos años de su mandato, antes de que se inicie la campaña
presidencial para sucederle en la Casa Blanca.
El discurso estará
marcado por las dos grandes medidas anunciadas por él a finales de año,
que han revitalizado una Administración que parecía jugar a la defensiva
por el enfrentamiento con los republicanos y el Congreso: el inicio de
la normalización de las relaciones con Cuba y el alivio migratorio.
De hecho, este miércoles viajará a Cuba la primera delegación oficial estadounidense encabezada por Roberta Jacobson, la
responsable del Departamento de Estado de EEUU para Latinoamérica, para
comenzar las negociaciones con el Gobierno de Raúl Castro, en la visita
del alto cargo de mayor rango estadounidense a La Habana en décadas.
Por
su parte, y como recordatorio de la importancia de las medidas de
alivio migratorio temporal para casi cinco millones de indocumentados
anunciadas por Obama el pasado noviembre, su esposa, Michelle Obama, ha
invitado a asistir a la ceremonia del discurso a Ana Zamora.
Zamora
es una joven estudiante de comercio en Texas, en el sur de EEUU, que
llegó al país desde México con 1 año de edad y cuyos padres podrán
beneficiarse del decreto firmado por Obama y evitar así el temor a una
deportación.
La intervención, prevista para las 21:00 hora local (02:00 GMT de mañana miércoles), es probablemente la mejor oportunidad para el gobernante de ser escuchado por los ciudadanos estadounidenses, ya que se trata de uno de los eventos políticos que logra mayores índices de audiencia.
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