lunes, 19 de enero de 2015

Puerto Rico: lentitud para una expansión necesaria / Ángel Tomás *

Fue el 19 de noviembre de 1493, con el desembarco de Cristóbal Colón, cuando éste toma contacto con los ‘Araucos’, antiguos habitantes de Puerto Rico, y empieza la dominación española hasta 1898. En 1815 se concede a la isla por Fernando VII la “Cédula de Gracias”, que le otorga el derecho de libre comercio. En 1891, Luis Muñoz Rivera propone la unión de los autonomistas puertorriqueños con el Partido Liberal español que dirigía Práxedes Mateo Sagasta, quien aceptó y prometió conceder la autonomía tan pronto accediera al poder. En 1897, llegado éste al poder, firmó el decreto que lo acreditaba.

Tan sólo dos meses después de la firma del armisticio España-EEUU, el 18 de octubre de 1898, se firma el protocolo de entrega oficial de la isla. En 1900, el Congreso de EEUU aprueba una ley creándoles un Gobierno civil compuesto sólo por funcionarios norteamericanos. La nueva Carta Orgánica Jones estableció el libre comercio, pero sólo entre ambos países, que no consiguió estimular el crecimiento y sí el desempleo.

Después de la Gran Crisis, Franklin D. Roosevelt invirtió 140 millones de dólares en la isla, sin poder evitar que en los años cuarenta continuara la recesión y la desesperanza del pueblo. El 3 de julio de 1952 se aprobaba la nueva Constitución y se establece la nueva fórmula de Estado Libre Asociado, sin separarse de EEUU, pero con amplias exenciones tributarias en las relaciones entre ambos países. Pocos años después, ante la masiva salida hacia la isla de empresas americanas, se suprimen las exenciones, comenzando el retorno de las mismas y haciendo aparición de nuevo la crisis.

En la actualidad, el estado de recesión, la desaparición de empresas y el lento pero creciente desempleo confirman la contracción de la economía de Puerto Rico, que, junto al endeudamiento público y el déficit presupuestario, definen su debilidad económica. Standard & Poor’s ha advertido recientemente de la posible degradación en su calificación si Puerto Rico no consigue nivelar su presupuesto y hacer frente puntualmente a su deuda pública.

La subida de impuestos, contraria al crecimiento de rentas, y los recortes practicados son insuficientes para salir de su estancamiento económico. Un lanzamiento importante es necesario y urgente. La actividad empresarial, único motor para el crecimiento, se encuentra en ligero descenso, como lo demuestra la disminución de la generación de la energía eléctrica en un 3,3% o el ascenso del número de quiebras, según su Instituto de Estadística.

En el sector agrícola, según Myrna Comas Pagán, secretaria del Departamento de Agricultura, más del 65% de los trabajadores sobrepasan los 55 años, por tanto la tasa de reemplazo es extremadamente baja, con un descenso en siete años del 20%. La secretaria ha solicitado al Gobierno federal fondos para impulsar a los jóvenes, pero éste los ha denegado.

En EEUU tuvo lugar una reunión de expertos organizada por el influyente grupo de estudios Brookings Institutión de Washington para analizar la crisis de la deuda pública del Estado Libre Asociado, que asciende a 73.000 millones de dólares, problema esencial de Puerto Rico; sin que, según el economista Barry Bosworth, académico de Brookings, hubiese propuestas sólidas para dar un vuelco a la estancada economía, aunque se puso de manifiesto la necesidad de una reforma fiscal. 

El acelerado ritmo de utilización de los fondos federales justifica el escepticismo reinante, que impulsó al gobernador Alejandro García Padilla, acompañado de la presidenta del Banco Gubernamental de Fomento, a celebrar reuniones con el Tesoro de EEUU en busca de la consolidación del crédito, que en opinión de Bosworth tiene la obligación de aliviar la carga que supone la deuda pública. A la reunión también asistieron el analista financiero de Standard & Poor’s David Hitchcock, y de moderador actuó Darrell West, vicepresidente y director de Estudios Gubernamentales de Brookings

La conclusión fue que la necesidad de nuevos proyectos y el establecimiento del puente hacia EEUU de las empresas sudamericanas eran previamente necesarias, labor que hasta ahora desarrolla Miami. Pero la pregunta básica fue: ¿qué puede hacer crecer la economía?

Sin embargo, la conclusión final fue que previamente había que entrar en el debate del futuro político de Puerto Rico, pero el Congreso no ha mostrado ningún interés. Ha de tenerse en cuenta que el Gobierno de García Padilla, con sólo diez meses de ejercicio, ha implementado algunas medidas a favor de la estabilización, para lograr nuevas fuentes de recaudación, aplicar ligeros recortes del gasto público y reducir la dependencia de las corporaciones públicas, que deben pasar a ser autosuficientes. La crisis, aún sin resolver, demuestra que ni se ha conseguido la ansiada libertad comercial al exterior, ni los programas acometidos han logrado sus objetivos.

Futuro económico

Richard L. Carrión, principal ejecutivo del Popular Inc, realizó unas manifestaciones en las que advertía de la imposibilidad de recibir en el futuro nuevos préstamos del mercado de capitales. Ante eso, sólo queda un camino: implementar los ajustes que se han postergado desde hace años. Hizo también propuestas concretas a adoptar y apostó por el diálogo y la apertura.

Puerto Rico necesita el estudio profundo de nuevos programas y su acometida urgente, abriendo espacios económicos de estructura compartida y beneficios recíprocos. Las alianzas internacionales entre varios Estados que reúnan componentes básicos exclusivos y complementarios, como son EEUU, Puerto Rico y España (dentro de una libertad de mercado) es otro de los caminos necesarios. Su ubicación estratégica es indiscutible, que los convierte en centros logísticos inmejorables.

Ya expresé el pasado día 24 de septiembre en estas mismas páginas, en el artículo titulado Un tratado internacional trilateral necesario, que España debe iniciar gestiones diplomáticas y económicas con la Isla sin pérdida de tiempo, con independencia del programa ofrecido por nuestra Cámara de Comercio en Puerto Rico de capacitación empresarial para la exportación, loable pero claramente insuficiente.

La coyuntura actual debe ser aprovechada, el objetivo alcanzable con razonables expectativas de éxito, impulsando el crecimiento económico de Puerto Rico y el de España. La menor y más blanca de las Antillas Mayores siempre ha querido tener más unión con España, pues hablamos el mismo idioma, están más cerca de la cultura latina y es un deseo expresado recientemente por el Nuevo Movimiento de reunificación con España (MRE).

Otros se han adelantado. El pasado día 4 de este mes de enero, un grupo de inversores chinos, encabezados por Liu Jiamin, presidente de la Cámara de Comercio de la provincia de Anhui, viajaron a Puerto Rico y pusieron su mirada en el Puerto de las Américas (Ponce), en donde ya han establecido sus oficinas centrales al servicio de la comunidad china, amparándose en el marco de una nueva política estimulada por EEUU para el desarrollo de las relaciones comerciales de la isla del Caribe con otros países.

(*) Economista y empresario español

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