MADRID.- La economía real vuelve a mirar con esperanzas la última decisión del
Banco Central Europeo (BCE) con el anuncio de la compra de deuda. Y
aunque los efectos deberían llegar cuanto antes al bolsillo del
ciudadano, será de forma indirecta y puede llevar su tiempo. Así
reaccionarán préstamos, euro, acciones y los bonos a partir de ahora.
-Créditos asequibles.
Antes incluso de que fluya el crédito, la primera consecuencia visible
del programa del BCE será la reducción de los intereses de los préstamos
para familias y empresas. «El Euribor a un año podría caer aún más»,
anticipa Ignacio Cantos, director de inversiones de ATL Capital. Nos
estamos asegurando tipos bajos, al menos hasta septiembre de 2016, el
momento en el que el BCE pondría fin a su plan de estímulos , si la
inflación se sitúa en el entorno del 2%. En el caso del Euribor, el
indicador que se utiliza para calcular las cuotas del 85% de las
hipotecas, aún hay margen para que caiga por debajo del 0,28% en el que
cerraba este jueves. Los hipotecados contarán, al menos, con otros dos
años de tranquilidad, aunque las caídas no serán tan destacables como
las de los últimos ejercicios. Desde que en 2008 marcara máximos
históricos, el Euribor ha caído del 5,38% y se encuentra por debajo del
0,60% desde el mes de octubre de 2012. En el último semestre no ha
vuelto a superar el 0,50%.
En cuanto a los créditos para el consumo, también se debería notar la
rebaja de los intereses. Y podrían situarse en un entorno del 5% a
medio plazo. Los últimos datos publicados por el Banco de España indican
que el interés de estos préstamos se situó en el 9,15% en noviembre del
año pasado. Lo que no está tan claro es que, aunque sean más baratos,
los créditos fluyan con tanta rapidez. «Los bancos han equilibrado
balances y están más preparados para dar crédito, pero será un proceso a
más largo plazo», estima Joaquín Robles, de XTB. En teoría, la banca
logrará dinero prestado más barato y en mayor cantidad y debería
prestarlo con más agilidad.
-Exportaciones viables.
Las empresas que vendan fuera de la Unión Europea también saldrán
ganando, si el euro cae como está previsto. «Con la compra de bonos, el
mercado se va a inundar de euros y eso provocará su caída hasta los 1,10
dólares», estima Joaquín Robles. En el último año, su cotización ha
retrocedido un 16%.
También se espera que durante uno o dos años, se mantenga en ese
nivel, para beneficio de las compañías que tengan negocios en países
ajenos a la zona euro. Al depreciarse aún más el euro, la actividad de
estas empresas será más competitiva por la rebaja en los costes de sus
inversiones. Aunque si se trata de exportaciones hacia países cuya
divisa no es el dólar, como los de América Latina, el impacto será menor
porque las divisas de muchos de estos territorios no se han depreciado
tanto como el euro con respecto al dólar estadounidense.
-La Bolsa triunfa.
Los productos que «saldrán más beneficiados serán las acciones
bursátiles, a la espera de lo que ocurra en Grecia», explica José Luis
Martínez Campuzano, de Citi. Ya lo hicieron este jueves, replicando las
subidas esperanzadas de las últimas sesiones. Pero no serán todas, ni en
la misma proporción. Las medidas de Draghi son favorables para las
acciones de bancos, las de consumo y para las de empresas que tengan
mucha deuda. El Ibex podría alcanzar los 11.000 puntos a medio plazo.
-Bonos al alza.
Quienes ya hubieran invertido en bonos verán cómo mejoran las
expectativas de los rendimientos que pueden obtener por esos productos.
Tendrán más valor y mejorarán sus rentabilidades. Si, por ejemplo, hasta
ahora se esperaba una ganancia del 1% para este año, ésta podría subir
al 2% o al 3%. Por lo tanto, no es momento de venderlos. Sin embargo, no
lo tendrán tan fácil quienes quieran comprar bonos para invertir a
partir de estos momentos, porque los intereses caerán. El margen de
ganancia en estos productos de renta fija será muy limitado, aunque
determinados bonos de empresas, sobre todo financieras, sí pueden ser
atractivos.
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