A Angela
Merkel no parecen importarle demasiado ni las durísimas condiciones de vida que sufren los griegos desde el inicio de la crisis, con una seria
pérdida de derechos sociales y laborales, ni tampoco la creciente deuda
que han acumulado con las instituciones internacionales que les han
aportado unos 240.000 millones de euros para hacer frente a sus
obligaciones y evitar así la suspensión de pagos. Si gana el líder de la
oposición de izquierdas Alexis Tsipras, la canciller alemana es
partidaria de que Grecia abandone el euro y condonar su deuda.
Sin
embargo, los problemas no serían menores para Europa, pues no está
contemplada en los tratados la salida de un país de la zona euro.
Habría que poner a trabajar a todas las instituciones durante un
tiempo para afrontar desde el ámbito de la Unión Europea una crisis no
menor.
Desde el lado de Grecia, las dificultades para
financiarse en los mercados internacionales si no sigue
recibiendo financiación del Banco Central Europeo podría
obligarla a volver a su moneda, el dracma. El conste de
financiación se pondría por los cielos.
La información de
que la canciller alemana está dispuesta a dejar salir a Grecia de la
eurozona la ofrece el diario Der Spiegel, pero las fuentes del
Gobierno alemán consultadas por las agencias internacionales, no
han querido ni confirmar ni desmentir la información del
semanario alemán.
Dentro del partido de la Canciller alemana,
la CDU, un alto dirigente como Christian Bäumler, ha alertado de las
graves consecuencias que podrían conllevar para las entidades
financieras alemanas si se presionara a Grecia para que abandone
el euro.
Desde el lado de los socialdemócratas, el
secretario de Estado de Asuntos Europeos, Michael Roth, se ha
mostrado prudente. En su cuenta de twitter ha escrito en las últimas
horas: “Grecia es miembro de la zona euro. Y debe seguir siéndolo”.
El
presidente del grupo de La Izquierda Radical, Die Linke, Bernd
Riexinger, ha interpretado como verdadera la información de Der
Spiegel y ha calificado la actitud de Angela Merkel como de un
chantaje que pretende desestabilizar a Grecia antes de sus
elecciones.
Los anuncios que realicen a partir de ahora los
candidatos de las elecciones griegas serán, entre las variables ya
previstas, las que más van a influir a lo largo de las próximas
semanas y hasta el 25 de enero, día en el que se celebrarán los
comicios, en el comportamiento de los mercados y de la política.
(*) Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario