domingo, 25 de enero de 2015

Sólo Grecia y Chipre estarán excluidos del programa de compra de deuda del BCE / José Hervás

Aunque se llegó a temer que el plan de compra de deuda que ha aprobado el Banco Central Europeo acabara penalizando a España y a los demás países periféricos, no ha sido así. El programa no solo comprará deuda alemana, si no que las únicas limitaciones que se han decidido son para Grecia y Chipre. El inicio de la compra de deuda helena se retrasa al mes de julio, fecha en la que vencen unos bonos de su plan de ayuda.

También le afec­tará la de­ci­sión de que solo se podrá com­prar deuda de países en grado de in­ver­sión, con ca­li­fi­ca­ción mejor que BBB-. Habrá que es­perar a ese mo­mento para saber si Atenas ha con­se­guido me­jorar su ca­li­fi­ca­ción.

Lo cierto es que el pro­grama ha su­pe­rado las ex­pec­ta­ti­vas. Entre todos los ac­tivos con­tem­pla­dos, el BCE y los bancos cen­trales de los países del euro se harán con hasta 60.000 mi­llones de euros de deuda pú­blica y pri­vada du­rante al menos hasta sep­tiembre del año que viene.

A los mer­cados les ha gus­tado. Tras al­gunas du­das, el Ibex ha con­se­guido su má­ximo anual tras co­nocer los de­ta­lles del pro­grama, el euro se ha hun­dido y la prima de riesgo ha caído por de­bajo de los 100 puntos de di­fe­rencia con el bono alemán a 10 años.

El pro­grama, sólo por este con­cepto, su­pone en España in­yectar en la fi­nan­cia­ción de em­presas y par­ti­cu­lares 54.000 mi­llones este año y al menos otros 57.600 mi­llones el año que viene. Como ha ex­pli­cado el pre­si­dente del BCE, Mario Draghi, si no se hu­bieran con­se­guido los ob­je­tivos bus­ca­dos, el pro­grama po­dría am­pliarse.

En con­junto será un mí­nimo de 1,14 bi­llones de eu­ros. Los riesgos se re­parten entre el BCE y cada uno de los bancos cen­trales na­cio­nales en la pro­por­ción de 20% a 80%. Pero el BCE tam­bién ha re­ba­jado diez puntos bá­sicos el coste de las subastas de li­quidez a cuatro años con­di­cio­nadas a la con­ce­sión de cré­di­tos.

Hasta ahora se apli­caba un 0,15% y, a partir de las pró­ximas subas­tas, se apli­cará el mismo que el del tipo de in­terés ofi­cial, es de­cir, el 0,05%. Supone una in­yec­ción adi­cional a la banca es­pañola muy im­por­tante. En la subasta pre­ce­dente, los bancos es­pañoles con­si­guieron más de 36.000 mi­llo­nes, la prác­tica to­ta­lidad de lo que as­pi­raban ob­te­ner.

Ahora ya no quedan ex­cusas para que el cré­dito no em­piece a co­rrer de forma más fluida por los ca­nales de la eco­nomía es­pañola. Tanto el mi­nistro de Economía, Luis de Guindos, como la pre­si­denta del Banco Santander, Ana Botín, en su in­ter­ven­ción en Davos han dado por hecho que la eco­nomía cre­cerá al 3 %. Es lo que ha lle­vado a cal­cular al pre­si­dente del Gobierno que los nuevos em­pleos po­drían sumar casi un mi­llón de per­so­nas.

Si nos ate­nemos a las re­formas que pro­pone el BCE y a lo que ha dicho la di­rec­tora ge­rente del FMI, los es­pañoles ha­bríamos hecho los de­be­res. Ahora, una vez que no hemos sido dis­cri­mi­nados por el BCE, le co­rres­ponde al sector fi­nan­ciero hacer los su­yos.

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