miércoles, 28 de enero de 2015

Tsipras modera su lenguaje frente a la Troika / José Hervás *

Los resultados de las elecciones griegas, con la clara victoria de la coalición de izquierda anti austeridad Siriza, van a fijar la atención en los próximos días de los medios políticos, económicos y sociales de España y de Europa. Aunque hay muchos más datos relevantes que tendremos que tener en cuenta. En España en concreto vamos a conocer el avance del PIB del cuarto trimestre de 2014 y del IPC adelantado de enero. Pero hoy nos tenemos que centrar en Grecia.

Si leemos con aten­ción las pa­la­bras pro­nun­ciadas en su primer dis­curso por Alexis Tsipras en la plaza de la Universidad de Atenas, una vez es­cru­tado el 60 % de los votos que le daban como claro ga­na­dor, en ningún mo­mento ha dicho lo que tantas veces había re­pe­tido con an­te­rio­ridad de que Grecia no pa­garía la deuda. Ni tam­poco ha ha­blado de im­poner su cri­terio a los or­ga­nismos in­ter­na­cio­nales que le han con­ce­dido la ayuda para no tener que en­trar en sus­pen­sión de pa­gos.

Su len­guaje es­taba di­ri­gido a no de­fraudar las es­pe­ranzas de sus elec­to­res, pero son los su­fi­cien­te­mente vagas como para que no tengan que echarle en cara desde el primer día que no cumple sus pro­me­sas.

El len­guaje ha sido ha­la­gador para el or­gullo de sus ciu­da­danos que es­taba tan por los suelos des­pués de tantos re­cortes sa­la­riales y de de­re­chos so­ciales en las ne­go­cia­ciones con la troika. Así les ha pro­me­tido que “se han aca­bado los años de hu­mi­lla­ción y su­fri­miento im­puestos por los acree­dores in­ter­na­cio­na­les”.

Pero no ha dicho que no vayan a pagar o que vayan a tratar de im­poner uni­la­te­ral­mente sus cri­te­rios. Es más ha pre­ci­sado que se “tratará de al­canzar una so­lu­ción justa y que be­ne­ficie a ambas par­tes”.

Además de los apro­xi­ma­da­mente 240.000 mi­llones de ayuda que ha re­ci­bido desde que se inició la cri­sis, Atenas ne­ce­sita re­cibir cada mes unos 10.000 mi­llones de eu­ros, los de­no­mi­nados cré­ditos de emer­gencia para que la eco­nomía do­més­tica pueda fun­cio­nar.

Lo re­ciben tam­bién los bancos de los demás países de la zona euro, pero el Banco Central Europeo les ad­virtió el jueves 15 de este mes, que si no lle­gaba a un acuerdo con la troika para el resto de las con­di­ciones de la de­vo­lu­ción de la deuda, no le fa­ci­li­ta­rían este este di­nero.

Serán meses de ne­go­cia­ciones que España va a se­guir con mucho de­te­ni­miento, tanto desde el ám­bito po­lí­tico como eco­nó­mico.

Los re­sul­tados de las elec­ciones griegas van a fijar la aten­ción en los pró­ximos días de los me­dios po­lí­ti­cos, eco­nó­micos y so­ciales de España y de Europa.
 
(*) Periodista

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