BERLÍN.- El gobierno alemán
considera que el tema de las reparaciones de guerra a Grecia, que ahora
reclama el ejecutivo heleno presidido por Alexis Tsipras, quedó saldado
en 1990 con el tratado con las potencias aliadas que hizo posible la
reunificación alemana.
El argumento fue repetido recientemente por el ministro de Economía y
vicecanciller Sigmar Gabriel, pero Grecia no está entre los firmantes
de aquel tratado entre las dos Alemanias, la antigua Unión Soviética,
Francia, el Reino Unido y EEUU.
Según documentos analizados por la revista "Der Spiegel" en su última
edición, el canciller alemán de la época, Helmut Kohl, y su ministro de
Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, hicieron todo lo posible
para que Grecia y otros países víctimas de la barbarie nazi estuvieran
alejados de la mesa de la negociaciones.
La historia viene de la Conferencia de Londres de 1952 cuando Grecia,
al igual que los aliados occidentales, suscribió un acuerdo sobre la
deuda de Alemania.
El representante alemán en esa conferencia, Hermann Josef Abs,
prometió revisar todas las reclamaciones sobre reparaciones de guerra
cuando se llegue a "un tratado de paz o un acuerdo semejante".
Esa promesa también incluía, en lo relativo a Atenas, la devolución
de un crédito sin intereses que el Banco de Grecia se había visto
forzado a conceder a las fuerzas de ocupación alemanas.
Cuando vinieron las revoluciones pacíficas de 1989 en el este de
Europa, con la consecuente caída del muro de Berlín, se abrió la
pregunta de cómo diseñar el camino jurídico hacia la reunificación de
Alemania.
Kohl y Genscher veían con preocupación una posible conferencia de paz
en la que los 53 estados que habían luchado contra Alemania en la II
Guerra Mundial empezarán a presentar viejas facturas.
Genscher optó entonces por acelerar las negociaciones -"hay prisa
porque el círculo de los quieren hablar crece permanentemente", dijo
según un documento que cita "Der Spiegel"- y, para suerte de Alemania,
las potencias aliadas que ganaron la II Guerra Mundial también querían
una negociaciones cerradas.
Así, en febrero de 1990 los gobiernos de la República Federal de
Alemania, la extinta República Democrática Alemana (RDA), la Unión
Soviética, EEUU, Francia y el Reino Unidos acordaron empezar las
negociaciones en el formado llamado 2+4.
El presidente francés, Francois Mitterand, dijo que su país no estaba
afectado por la cuestión de las reparaciones y el presidente de EEUU,
George Bush, mostró comprensión cuando Kohl le dijo que más de 50 años
del fin de la guerra no se podía empezar a hablar otra vez de
reparaciones.
A los británicos Kohl les advirtió que plantear el tema era la
estrategia perfecta para fortalecer a los neonazis en Alemania. Sólo los
soviéticos mantenían el tema de las reparaciones.
Sin embargo, ante todo lo que querían los soviéticos era un tratado
de paz porque el gobierno alemán había dicho que sólo en un documento de
este tipo renunciaría definitivamente a los territorios perdidos en el
este en la II Guerra Mundial, lo que implicaba reconocer la frontera
formada por los ríos Oder y Neisse.
Un tratado de paz, en sentido estricto, hubiera obligado a los
alemanes a hablar con Grecia y con otros países sobre el tema de las
reparaciones ante lo que se optó por darle un nombre distinto a un
documento que satisficiera las preocupaciones territoriales de los
soviéticos sin abrir la caja de pandora de las reclamaciones.
De esa manera, se acordó llamar el tratado 2+4 "Reglamentación
jurídica sobre el fin de los derechos y las responsabilidades de las
cuatro potencias".
Moscú renunció a las reparaciones, otros países, entre ellos ajenos a
las negociaciones, entre ellos Finlandia, también lo hicieron. El
gobierno griego anunció que reclamaría reparaciones pero no planteó el
tema al gobierno alemán sino cinco años después.
Un documento del servicio académico del Bundestag sostiene que Atenas
había debido presentar una protesta oficial en 1990 sobre las
reparaciones, lo que no hizo.
Hasta ahora, ningún gobierno griego ha recurrido al Tribunal de La
Haya para aclarar definitivamente el tema que Alemania considera que
quedó aclarado en 1990.
Un argumento posible del gobierno de Atenas es que el tratado 2+4
contiene acuerdos a costa de terceros que son ilegítimos.
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