sábado, 28 de febrero de 2015

La economía de Crimea, perjudicada por el aislamiento

KIEV.- Un año después de ser anexionada por Rusia, la economía de Crimea padece las consecuencias de las sanciones económicas occidentales, entre ellas el éxodo de multinacionales como McDonald's o Shell , y la paralización de los intercambios bancarios internacionales.

 Las empresas de Crimea no recibieron ninguna ayuda para adaptarse a la legislación y las reglas de contabilidad rusas. 
Con la integración a la Federación de Rusia, aprobada masivamente, los habitantes de Crimea esperaban una mejor situación económica que con Ucrania, país con un nivel de vida menor y en crisis política permanente. Sin embargo, el bloqueo impuesto por el Gobierno ucraniano a las transacciones, comunicaciones y transportes ferroviarios y las sanciones occidentales provocaron un aislamiento económico de la península.
Ahora, Crimea sólo puede ser aprovisionada por vía aérea o marítima desde el sur de Rusia, lo que provoca cada tanto penuria de productos en los supermercados. Las tarjetas de crédito Visa  y Mastercard no funcionan y los intercambios se hacen, sobre todo, en efectivo.
La industria turística de Crimea, muy apreciada por sus playas en el Mar Negro y sus montañas, sufrió un parón muy fuerte, pasando de 5,9 millones de turistas en 2013 a 3,8 millones en 2014.
Por su parte, las grandes empresas ucranianas fueron nacionalizadas, muchas de ellas tras ser ocupadas por fuerzas paramilitares, como la compañía de electricidad Krymenergo y la telefónica Ukrtelecom.
Massandra, legendario productor de vino de Crimea desde la época de los zares, ahora bajo control público, escribió recientemente a Putin pidiéndole ayuda frente a la "incompetencia total" de los nuevos administradores, que están poniendo en peligro 2.500 empleos. Las autoridades rusas acaban de abrir una investigación contra el director de Massandra, Nikolai Boiko, sospechoso de abuso de poder y de haber perjudicado a la empresa.

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