BRUSELAS.- Un programa de medidas para reducir la dependencia energética y la
abultada factura de importación de combustibles, fue presentado hoy por
la Comisión Europea en la Comunidad Europea del Carbón y del Acero
(CECA).
El vicepresidente del ejecutivo europeo, Maros Sefcovic, afirmó que se
trata del proyecto energético más ambicioso porque el importe del bloque
asciende a 400.000 millones de euros al año en energéticos, de ellos
mil millones en petróleo y gas.
La propuesta pretende crear una Unión Energética que incluye la integración del sector y mejorar las interconexiones eléctricas y de tránsito entre sus miembros.
Asimismo, procurará acentuar la eficiencia en el consumo y diversificar las fuentes de suministro para reducir la dependencia a unos pocos proveedores.
De acuerdo con el proyecto, la UE usará todos sus instrumentos de política exterior para establecer asociaciones estratégicas con países productores y de tránsito como Argelia, Turquía, Azerbaiyán, Turkmenistán, Oriente Medio, África y otros suministradores potenciales.
Al respecto, Sefcovic, subrayó que la diversificación tiene mucha importancia estratégica porque dará la posibilidad de elegir y seleccionar suministradores, además de ser una oportunidad para obtener mejores precios".
Europa adquiere en el exterior el 53 por ciento de la energía que consume y de ella el 30 por ciento de Rusia, lo que lo sitúa como el máximo importador del mundo, con una factura anual de 400.000 millones de euros, según cifras de 2014.
Actualmente la Unión Europea tiene una gran dependencia energética de ese país, la cual se ha visto entorpecida por las tensiones entre Moscú y Ucrania, aunque la iniciativa presentada no pretende desactivar esos vínculos.
Para la materialización del nuevo proyecto, que cambiará el sistema energético del bloque, la Comisión Europea calcula inversiones por un monto de un billón (millón de millones) de euros para 2020.
La propuesta pretende crear una Unión Energética que incluye la integración del sector y mejorar las interconexiones eléctricas y de tránsito entre sus miembros.
Asimismo, procurará acentuar la eficiencia en el consumo y diversificar las fuentes de suministro para reducir la dependencia a unos pocos proveedores.
De acuerdo con el proyecto, la UE usará todos sus instrumentos de política exterior para establecer asociaciones estratégicas con países productores y de tránsito como Argelia, Turquía, Azerbaiyán, Turkmenistán, Oriente Medio, África y otros suministradores potenciales.
Al respecto, Sefcovic, subrayó que la diversificación tiene mucha importancia estratégica porque dará la posibilidad de elegir y seleccionar suministradores, además de ser una oportunidad para obtener mejores precios".
Europa adquiere en el exterior el 53 por ciento de la energía que consume y de ella el 30 por ciento de Rusia, lo que lo sitúa como el máximo importador del mundo, con una factura anual de 400.000 millones de euros, según cifras de 2014.
Actualmente la Unión Europea tiene una gran dependencia energética de ese país, la cual se ha visto entorpecida por las tensiones entre Moscú y Ucrania, aunque la iniciativa presentada no pretende desactivar esos vínculos.
Para la materialización del nuevo proyecto, que cambiará el sistema energético del bloque, la Comisión Europea calcula inversiones por un monto de un billón (millón de millones) de euros para 2020.
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