WASHINGTON.- El gobierno de
Estados Unidos adoptó ayer la flexibilización de sus normas
comerciales para permitir la importación de bienes y servicios
producidos por empresarios privados cubanos, un sector modesto pero
prioritario de la nueva política estadounidense hacia La Habana.
De acuerdo con la nueva normativa, que entra en vigor con efecto
inmediato, el Departamento de Comercio elaboró una lista importable de
bienes y servicios "producidos por empresarios cubanos independientes",
en caso de que éstos puedan demostrar esa condición.
Para poder exportar sus productos o servicios a Estados Unidos, esos
empresarios cubanos deberán obtener de las autoridades locales una
licencia que certifique su carácter privado, es decir, cuya actividad
"no sea de propiedad ni sea controlada, en todo o en parte, por el
gobierno de Cuba".
Esos productos y servicios estarán sometidos "a los aranceles, tasas y
tarifas" para poder ser importados a Estados Unidos, explicó el
Departamento de Estado en una nota.
La normativa fue elaborada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros, del Departamento de Comercio.
La cancillería emitió también una lista de su Cuadro Armonizado de
Tarifas estadounidense que determina claramente qué tipos de productos
no están incluidos en la nueva normativa, tales como armas y municiones y
subproductos animales o vegetales, incluyendo los famosos habanos.
"Todos los servicios proporcionados por empresarios cubanos
independientes podrán ser importados (...) siempre que estén en
consonancia con otras exigencias de la legislación federal y de los
estados", según la nota.
El Departamento de Estado subrayó que las medidas servirán para
"apoyar al naciente sector privado en Cuba", que en su opinión incluye
"trabajadores por cuenta propia, microempresarios y cooperativas
privadas que son independientes del sector estatal" de la isla.
La nueva normativa también permite a estadounidenses participar del
sector privado cubano "a través de actividades como desarrollo de
proyectos y entrenamiento empresarial" sin necesidad de tener que
obtener previamente licencias especiales del Departamento de Comercio.
El gobierno estadounidense había anunciado el 15 de enero un conjunto
de modificaciones a las regulaciones vigentes para facilitar los viajes
y el comercio de estadounidenses con Cuba.
Los gobiernos de Washington y La Habana sorprendieron al mundo el
pasado 17 de diciembre al poner punto final a medio siglo de
desencuentros e iniciar el proceso de reestablecimiento de las
relaciones diplomáticas.
Dado el modesto alcance del sector privado cubano, las medidas
podrían estar orientadas a determinar un marco que regule ese
intercambio comercial en el futuro, ya que una de las prioridades de la
nueva política estadounidense es precisamente apoyar y fomentar a los
empresarios privados.
En su nota, la cancillería expresó su "esperanza" de que el gobierno
de Cuba permita a los empresarios privados exportar hacia Estados
Unidos.
Estadounidenses y cubanos mantuvieron ya una ronda de conversaciones
en La Habana para iniciar el proceso de reestablecimiento de las
relaciones diplomáticas, y se espera una segunda cita en Washington, aún
sin fecha definida.
Ambos gobiernos coinciden que el proceso de "normalización" de esas
relaciones requerirá un proceso mucho más largo. La Subsecretaria de
Estado para América Latina, Roberta Jacobson, estimó que esa
normalización podría demorar "varios años".
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