ESTAMBUL.- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
(OCDE) pidió hoy a las 20 principales economías del mundo (G-20) adoptar
medidas que impulsen el crecimiento y permitan superar los efectos de
la crisis financiera.
Durante la primera jornada de la reunión de ministros de Finanzas y
banqueros centrales del G-20, la entidad instó a la adopción de más
reformas estructurales ante el peligro de caer en un periodo de larga
duración con poco o débil crecimiento.
En el marco de la cumbre financiera con sede en la ciudad turca de Estambul, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, llamó a poner en práctica la estrategia aprobada en noviembre de 2014.
Como parte de la cumbre celebrada entonces en Australia, los líderes del grupo pactaron una iniciativa para incrementar el Producto Interior Bruto del mundo en un dos por ciento adicional desde ahora hasta 2018.
Según la OCDE, la crisis financiera y la débil recuperación están mermando el potencial de crecimiento tanto en los países desarrollados como en los emergentes.
De acuerdo con el informe Apostando por el Crecimiento 2015, presentando en el marco de la cita, la economía mundial enfrenta los grandes retos del desempleo, el déficit presupuestario y la pérdida de productividad.
La crisis también ha incrementado la angustia social al golpear fuertemente los hogares de bajos recursos económicos, y la población joven padece la peor pérdida de ingresos y enfrenta un creciente riesgo de caer en la pobreza, advirtió la organización.
En cuanto a los desafíos a largo plazo, la OCDE mencionó la importancia de tomar en cuenta el envejecimiento poblacional, la desigualdad de ingresos, y el impacto de la degradación ambiental sobre la salud y el crecimiento económico futuro.
Frente a ese panorama, el reporte de 340 páginas señaló que las naciones desarrolladas y emergentes necesitan políticas firmes para abarcar la regulación de productos y mercados laborales, los sistemas fiscales y de prestaciones sociales, las normas comerciales y de inversión, entre otros asuntos.
La cuestión del crecimiento económico, así como el tema de la evasión fiscal, centran los debates de la cumbre financiera del G-20, en la cual también podrían abordarse las propuestas del nuevo Gobierno griego de renegociar su deuda y limitar las políticas de austeridad.
Entre los participantes en la cumbre que concluirá mañana se encuentran el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi; la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde; y la jefa de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen.
También están presentantes los ministros de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schuble; de Francia, Michel Sapin; de España, Luis de Guindos; y de Brasil, Joachim Levy, entre otros.
En el marco de la cumbre financiera con sede en la ciudad turca de Estambul, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, llamó a poner en práctica la estrategia aprobada en noviembre de 2014.
Como parte de la cumbre celebrada entonces en Australia, los líderes del grupo pactaron una iniciativa para incrementar el Producto Interior Bruto del mundo en un dos por ciento adicional desde ahora hasta 2018.
Según la OCDE, la crisis financiera y la débil recuperación están mermando el potencial de crecimiento tanto en los países desarrollados como en los emergentes.
De acuerdo con el informe Apostando por el Crecimiento 2015, presentando en el marco de la cita, la economía mundial enfrenta los grandes retos del desempleo, el déficit presupuestario y la pérdida de productividad.
La crisis también ha incrementado la angustia social al golpear fuertemente los hogares de bajos recursos económicos, y la población joven padece la peor pérdida de ingresos y enfrenta un creciente riesgo de caer en la pobreza, advirtió la organización.
En cuanto a los desafíos a largo plazo, la OCDE mencionó la importancia de tomar en cuenta el envejecimiento poblacional, la desigualdad de ingresos, y el impacto de la degradación ambiental sobre la salud y el crecimiento económico futuro.
Frente a ese panorama, el reporte de 340 páginas señaló que las naciones desarrolladas y emergentes necesitan políticas firmes para abarcar la regulación de productos y mercados laborales, los sistemas fiscales y de prestaciones sociales, las normas comerciales y de inversión, entre otros asuntos.
La cuestión del crecimiento económico, así como el tema de la evasión fiscal, centran los debates de la cumbre financiera del G-20, en la cual también podrían abordarse las propuestas del nuevo Gobierno griego de renegociar su deuda y limitar las políticas de austeridad.
Entre los participantes en la cumbre que concluirá mañana se encuentran el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi; la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde; y la jefa de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen.
También están presentantes los ministros de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schuble; de Francia, Michel Sapin; de España, Luis de Guindos; y de Brasil, Joachim Levy, entre otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario