ATENAS.- El primer ministro griego, Alexis Tsipras, se ha comprometido a "poner
fin de una vez por todas" a las políticas de austeridad de la Unión
Europea y a negociar con firmeza un nuevo acuerdo para Atenas.
"Grecia
ya no aceptará más órdenes, especialmente órdenes recibidas por correo
electrónico", ha aseverado. En declaraciones realizadas en el Parlamento
después de un recorrido por varias capitales europeas, Tsipras ha
afirmado que su nuevo Gobierno no dará marcha atrás en sus promesas y
que los votantes no se dejarán engañar de nuevo.
El mandatario ha señalado que espera "propuestas" de sus socios
comunitarios, y ha garantizado la seguridad de los depósitos bancarios,
después de que el Banco Central Europeo (BCE) anunciara que deja de aceptar los bonos helenos como garantía.
"Todos pueden estar seguros de que este Gobierno hará lo que dice, lo
que impone la historia de este país... Grecia tiene ya su propia voz y
su propia capacidad de negociación", ha afirmado Tsipras en en la
primera sesión del grupo parlamentario de Syriza, tras la constitución del nuevo Parlamento.
El primer ministro ha recordado que en los últimos días el Gobierno
griego ha presentado sus propuestas a los socios europeos y ahora espera
las suyas. "Esperamos con mucho interés las propuestas de Alemania. Hoy
no hemos escuchado nada concreto", ha dicho Tsipras en alusión al encuentro que han mantenido hoy en Berlín los ministros de Finanzas de Alemania y Grecia, Wolfgang Schäuble y Yanis Varufakis, respectivamente.
El primer ministro ha pedido "tiempo", ya que ha destacado que "no
solo Grecia lo necesita, sino toda Europa".
"Respetaremos las reglas y
pedimos a nuestros socios que respeten la democracia", ha remarcado
Tsipras.
"Les pedimos que respeten la voluntad del pueblo de no
continuar con un programa erróneo que tuvo como consecuencia la pérdida
del 25% del PIB, el aumento de la deuda a casi el 180% del PIB, llevó a
que un millón y medio de personas perdieran su trabajo y la población se
empobreciera", ha añadido. Tsipras se ha mostrado decidido a "no
traicionar la confianza de los ciudadanos" y a respetar el "compromiso"
adquirido en las urnas.
El primer ministro ha asegurado que los depósitos bancarios están
"completamente garantizados" y ha reiterado que "la democracia griega no
se chantajea, porque tampoco en Europa la democracia puede ser
chantajeada".
"Los griegos hicieron su elección. No hay posibilidad de
volver a los años difíciles", ha enfatizado Tsipras para añadir: "los
que no aceptan eso, no contribuyen a nuestro futuro común".
Esta mañana, el Ministerio de Finanzas de Grecia señaló que la decisión del BCE
de dejar de aceptar bonos de Grecia como garantía en sus operaciones de
liquidez pone presión sobre el Eurogrupo para que alcance un acuerdo
"mutuamente beneficioso".
"Esta decisión pone presión en el Eurogrupo
para proceder rápidamente al cierre de un nuevo acuerdo mutuamente
beneficioso para Grecia y sus socios", indicó el Ministerio griego en un
comunicado.
Por otro lado, el Ministerio dirigido por Yanis Varufakis subrayó que
la medida adoptada por el BCE no refleja "ninguna evolución negativa en
el sector financiero del país". En este sentido, el Ministerio destacó
que el sistema bancario griego se mantiene adecuadamente capitalizado y
"completamente protegido" mediante el acceso a la línea de liquidez de
emergencia (ELA, por sus siglas en inglés), disponible en el banco
central nacional.
El BCE decidió el miércoles poner fin a la excepción de la que se
beneficiaban los bonos griegos y desde el próximo 11 de febrero dejará
de aceptar instrumentos de deuda emitidos o avalados por el Gobierno del
país heleno en sus operaciones de liquidez.
La institución ha
argumentado que en estos momentos no es posible asumir que la evaluación
del plan de rescate del país heleno vaya a finalizar con éxito, lo que
aboca a los bancos griegos a financiarse a través de la ELA facilitada
por el banco central nacional.
De este modo, aquellas entidades que
carezcan del colateral suficiente según los criterios del BCE podrán
atender sus necesidades de liquidez a través de la ELA a través del
respectivo banco central nacional y en el marco de la regulación del
Eurosistema.
La decisión del Consejo de Gobierno del BCE, que recuerda a la
adoptada por la institución en febrero de 2012, condena a los bancos
griegos a depender de la liquidez de emergencia facilitada por el Banco
de Grecia.
Esta línea de asistencia tiene un coste para las entidades
sensiblemente superior al de los fondos proporcionados directamente por
el BCE y debe ser sometida periódicamente a la autorización del resto de
miembros del Consejo de Gobierno del BCE.
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