PEKÍN.- La inflación anual
de China tocó mínimos de hace cinco años en enero, mientras la deflación de
los precios de los productores se profundizó, subrayando la persistente
debilidad de la economía y presionando más a las autoridades para que
redoblen sus esfuerzos para fomentar el crecimiento.
Los riesgos de una deflación están aumentando a medida
que la segunda mayor economía mundial afronta obstáculos derivados de
una desaceleración del mercado inmobiliario y un exceso generalizado de
la capacidad industrial, y la situación podría haber empeorado por la
caída de los precios mundiales de las materias primas, dijeron analistas
consultados.
El índice de precios al consumo (IPC) subió un 0,8 por
ciento en enero respecto a diciembre, dijo el martes la Oficina Nacional
de Estadísticas. Esa fue su menor lectura desde noviembre de 2009,
cuando los precios al consumidor subieron un 0,6 por ciento respecto al
año anterior.
Analistas consultados esperaban un alza
anual del IPC de un 1,0 por ciento en enero, frente al 1,5 por ciento de
diciembre.
"Esto posiblemente será el punto bajo del IPC dado que
el petróleo se está recuperando. Sin embargo, los datos aumentarán las
expectativas de un recorte de tipos y vemos un recorte en marzo", dijo
Dariusz Kowalczyk, economista de Credit Agricole en Hong Kong.
De hecho, el índice de precios al productor (IPP) para
enero cayó por trigésimo quinto mes consecutivo, subrayando la necesidad
de que las autoridades redoblen el estímulo y frenen los riesgos de una
deflación.
El IPP bajó un 4,3 por ciento frente al año previo,
debido a que una débil demanda limitó la capacidad de fijar precios de
las compañías, y marcó su mayor descenso desde octubre de 2009.
El mercado esperaba una caída de un 3,8 por ciento del
índice de precios al productor después de una baja de un 3,3 por ciento
en diciembre.
Datos divulgados durante el fin de semana mostraron un
inesperado desplome de las importaciones de China, lo que sugiere que la
economía sigue perdiendo impulso a pesar de una serie de medidas de
estímulo. Sin embargo, el impacto de las fiestas podría haber
distorsionado la magnitud de la desaceleración.
Se espera que el Banco Popular de China flexibilice su
política aún más, después de recortar el encaje a los bancos la semana
pasada por primera vez en más de dos años, lo que fue considerado
principalmente como una medida defensiva contra la salida de capitales.
Eso ocurrió tras un inesperado recorte de los tipos de
interés referenciales en noviembre, también la primera medida de su tipo
en más de dos años, para reducir los costos de los préstamos e impulsar
el crecimiento.
Se espera que el Gobierno recorte su meta de
crecimiento del PIB a cerca de un 7 por ciento este año, después de
registrar una expansión de un 7,4 por ciento en 2014, su menor ritmo en
24 años.
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