BERLÍN.- Los ministros de Finanzas de
Alemania y Grecia, Wolfgang Schaeuble y Yanis Varoufakis, han puesto de
manifiesto tras su primer encuentro en Berlín las posturas totalmente
alejadas de sus respectivos gobiernos en la manera de abordar la crisis
de Grecia.
"Nos hemos puesto de acuerdo en que no estamos de acuerdo",
bromeaba el ministro alemán de Finanzas al comienzo de la rueda de
prensa conjunta con su homólogo griego, quien no ha dudado en corregirle
y señalar que "no se ha llegado a ningún acuerdo, ni tan siquiera en
estar en desacuerdo".
No obstante, el carismático ministro griego de Finanzas expresó su
confianza en que las conversaciones con Alemania contribuirán a
alcanzar una solución y subrayó la importancia de contar con el respaldo
alemán.
"Ninguna otra nación puede compreder la situación en Grecia mejor
que Alemania", insistió Varoufakis, quien recordó el ascenso del nazismo
en Grecia, donde Amanecer Dorado es el tercer partido más votado, y
señaló la importancia de evitar "una depresión como las de los años 30
que divida a Europa".
En este sentido, el ministro griego reclamó "un poco de tiempo, la
más valiosa de las commodities", para preparar un plan que permita
solucionar la crisis de Grecia y en Europa, para lo que planteó la
importancia de alcanzar "un acuerdo puente" hasta mayo que ayude a
Grecia mientras se trabaja en un nuevo contrato para el país heleno.
"Grecia no quiere un nuevo rescate, quiere un nuevo contrato",
aseguró Varoufakis, quien, sin embargo, reconoció que "el 67% de los
contenidos del actual programa sería válido", aunque apuntó que la parte
referida a la sostenibilidad de la deuda se asemeja a "poner el carro
delante del caballo".
En 2010 se perdió una oportunidad, dijo Varoufakis, quien
consideró que "la gran solidaridad europea" proporcionó a Grecia
"demasiado dinero", pero este fue malgastado en hacer frente a una deuda
insostenible.
"Según se suele decir en banca, se trató de extender y fingir",
afirmó el ministro del país heleno, quien aseguró que su Gobierno "hará
todo lo posible para evitar un default".
Por su parte, el ministro alemán de Finanzas expresó su
escepticismo respecto a varias de las medidas del nuevo Gobierno griego,
aunque subrayó el respeto de Berlín hacia la voluntad de los ciudadanos
griegos, recordando que también hay que respetar la voluntad de los
ciudadanos de otros países.
"No hay nada malo en tratar de poner en práctica lo prometido,
pero cuando es a costa de otros no es realista", apuntó el ministro
alemán, quien subrayó que la opción de una quita a la deuda de Grecia
"no está sobre la mesa".
En este sentido, Schaeuble afirmó que "se ha llegado a los límites
legales a la hora de prestar asistencia" y subrayó que cualquier cambio
en el programa de ayuda a Grecia debe contar con el acuerdo de las
partes implicadas.
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