PARÍS.- El ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, admitió hoy que el
crecimiento económico del país es demasiado débil, tras conocerse que el
Producto Interno Bruto (PIB) subió 0,4 por ciento en 2014.
Sapin expresó a la prensa que el indicador se comportó en línea con las
previsiones del gobierno, al tiempo que estimó que están reunidas las
condiciones para una reactivación más clara en 2015.
El Instituto Nacional de Estadísticas y de Estudios Económicos (Insee) divulgó este jueves las primeras estimaciones sobre el PIB durante al año pasado, al señalar un comportamiento similar al de 2013.
El consumo de los hogares avanzó un punto, mientras que la inversión total cayó 1,6 por ciento, el doble que el retroceso registrado en el ejercicio precedente.
Según el Insee, la inversión retrocedió tanto en los hogares como en las administraciones públicas, en un contexto de crisis económica.
Sobre el apartado del comercio, señaló que las exportaciones se orientaron al alza, sobre todo impulsadas por las ventas en el extranjero de material de transporte.
El Insee y la Comisión Europea (CE) prevén que la economía gala crecerá 0,3 puntos en el primer trimestre de 2015.
El Instituto considera que en cada uno de los dos primeros trimestres del año en curso el PIB subirá en tres décimas de punto. Si estas previsiones se confirman, sería posible que ese indicador alcance el 0,7 por ciento en 2015, señaló. La estimación es inferior al uno por ciento previsto por el gobierno.
En los últimos reportes, la CE se enfocó además en el tema del déficit fiscal, uno de los objetivos que más presiona al Gobierno francés, ante la lejanía del tres por ciento del PIB, exigido por autoridades comunitarias europeas.
El desbalance se encuentra actualmente en el 4,6 por ciento del PIB, una cifra a la que el Ministerio de Finanzas calcula rebajarle al menos 0,5 por ciento en 2015. Solo en 2017 espera llegar a cumplir la meta establecida.
Acorde con la Comisión, este año el déficit se situará en el 4,1 por ciento del PIB, todavía lejos de lo exigido.
Sobre el nivel de endeudamiento, expertos señalan que el débil crecimiento de la economía es uno de los elementos que más pesa sobre el incremento de una deuda pública que supera los dos billones (millón de millones) de euros.
En 1974, el débito de la nación era de sólo 12 por ciento del PIB; en 1981 alcanzó el 50 y ahora se acerca al 100 por ciento, lejos del límite de 60 puntos exigido por las autoridades europeas, según estudios.
El Instituto Nacional de Estadísticas y de Estudios Económicos (Insee) divulgó este jueves las primeras estimaciones sobre el PIB durante al año pasado, al señalar un comportamiento similar al de 2013.
El consumo de los hogares avanzó un punto, mientras que la inversión total cayó 1,6 por ciento, el doble que el retroceso registrado en el ejercicio precedente.
Según el Insee, la inversión retrocedió tanto en los hogares como en las administraciones públicas, en un contexto de crisis económica.
Sobre el apartado del comercio, señaló que las exportaciones se orientaron al alza, sobre todo impulsadas por las ventas en el extranjero de material de transporte.
El Insee y la Comisión Europea (CE) prevén que la economía gala crecerá 0,3 puntos en el primer trimestre de 2015.
El Instituto considera que en cada uno de los dos primeros trimestres del año en curso el PIB subirá en tres décimas de punto. Si estas previsiones se confirman, sería posible que ese indicador alcance el 0,7 por ciento en 2015, señaló. La estimación es inferior al uno por ciento previsto por el gobierno.
En los últimos reportes, la CE se enfocó además en el tema del déficit fiscal, uno de los objetivos que más presiona al Gobierno francés, ante la lejanía del tres por ciento del PIB, exigido por autoridades comunitarias europeas.
El desbalance se encuentra actualmente en el 4,6 por ciento del PIB, una cifra a la que el Ministerio de Finanzas calcula rebajarle al menos 0,5 por ciento en 2015. Solo en 2017 espera llegar a cumplir la meta establecida.
Acorde con la Comisión, este año el déficit se situará en el 4,1 por ciento del PIB, todavía lejos de lo exigido.
Sobre el nivel de endeudamiento, expertos señalan que el débil crecimiento de la economía es uno de los elementos que más pesa sobre el incremento de una deuda pública que supera los dos billones (millón de millones) de euros.
En 1974, el débito de la nación era de sólo 12 por ciento del PIB; en 1981 alcanzó el 50 y ahora se acerca al 100 por ciento, lejos del límite de 60 puntos exigido por las autoridades europeas, según estudios.
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