ATENAS/ESTAMBUL/LONDRES.- Pese a la firmeza del gobierno
griego sobre sus proyectos y promesas electorales, las negociaciones
prosiguieron entre bastidores este lunes en Atenas con representantes de
acreedores del país, antes de una crucial reunión el miércoles en
Bruselas.
El encuentro debía permanecer en secreto, pero al fin se
supo que dos emisarios de la zona euro llegaron a Atenas el domingo
para entrevistarse con responsables del Gobierno heleno, lo que indica
que el diálogo no está roto.
Se trata de Declan Costello, representante de la Unión Europea en el seno del trío UE-BCE-FMI, que supervisa desde 2010 las reformas pedidas a Grecia, y que no
suscita la menor simpatía al primer ministro griego Alexis Tsipras.
Llegó a Atenas acompañado por Thomas Wieser, presidente del Euro Working
Group, la instancia que prepara los Eurogrupos, reunión de ministros
europeos de Finanzas.
Según una fuente europea, ello demuestra que
la zona euro "hace todo lo posible" para facilitar la preparación del
Eurogrupo extraordinario del miércoles en Bruselas, donde Grecia y sus
acreedores deben llegar a un acuerdo sobre la financiación inmediata
para este país amenazado de asfixia presupuestaria.
La canciller
alemana, Angela Merkel, exhortó este lunes a Grecia a hacer "propuestas
viables" a Europa sobre su deuda pública y el futuro de los programas de
ayuda internacionales concedidos a Atenas.
"Siempre he dicho que
espero que Grecia haga propuestas viables para que podamos discutir",
declaró la dirigente en una conferencia de prensa conjunta con el
presidente de EEUU, Barack Obama, en Washington.
El ministro de
Finanzas francés, Michel Sapin, que participa en Estambul en una reunión
ministerial del G-20, resumió la situación: "Hay que asegurar una
financiación, pues sin ella Grecia estaría a la merced de cualquier
situación de pánico en los mercados. Pero no se puede decir simplemente 'financiamos, financiamos', " ya que la "contrapartida" de este apoyo
debe ser "el respeto a las normas europeas" por parte de Atenas.
Por
su parte, el ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schäuble declaró,
también este lunes en Estambul, que "si (Grecia) quiere nuestra ayuda,
hace falta un programa" formal acordado con sus acreedores.
"Si
quieren nuestra ayuda, hace falta un programa" elaborado con los
acreedores para poder liberar los fondos del Banco Central Europeo
(BCE), afirmó Schäuble."Todavía no he comprendido cómo el gobierno
griego quiere actuar", lanzó además.
Por último, el primer
ministro británico, David Cameron, presidió este lunes en Londres una
reunión con responsables económicos para estudiar las consecuencias de
las varias opciones de Grecia, entre ellas un cese de pagos o la salida
de la Eurozona.
Este lunes una fuente
del ministerio griego de Finanzas reiteró que Grecia no está dispuesta a
renunciar a la adopción de medidas sociales para hacer frente a la
crisis humanitaria del país, ni tampoco aceptará objetivos irrealistas
de superávits presupuestarios, en las negociaciones con sus socios
europeos.
En este contexto, Alexis Tsipras, siempre en busca de
apoyos y de visita este lunes a Austria, está ante un difícil dilema: no
puede firmar una prolongación del programa europeo de apoyo a su país,
que termina a fin de febrero, porque ello significaría --como dijo el
domingo-- "la extensión de un error" y concesiones inaceptables, bajo
forma de más austeridad, para su gobierno.
Pero tampoco puede
arriesgarse a un enfrentamiento con sus socios europeos que podría
provocar una salida de Atenas de la zona euro, algo que la mayoría de
los griegos no desea.
Pese a ello, Tsipras se mostró optimista en
Austria. "Hay un interés común en superar esta crisis. Soy optimista y
creo que lograremos un compromiso con nuestros socios europeos", dijo
durante una conferencia de prensa junto al canciller austríaco, Werner
Faymann.
"La salida de Grecia del euro no está en nuestros planes,
simplemente porque pensamos que Europa es frágil. Es como en un
castillo de naipes. Si se retira la carta de Grecia, las otras se
derrumban", había asegurado por su lado el ministro griego de Finanzas,
Yanis Varoufakis, en entrevista el domingo con una televisión italiana.
El
domingo, en su primer discurso de política general en Atenas, el
primer ministro Tsipras había asegurado que mantendrá todas sus promesas
electorales y buscará al mismo tiempo un acuerdo con la Unión Europea
(UE).
Tsipras adopta "una línea dura para las negociaciones con
los acreedores" opinaba este lunes el diario de centro-izquierda
Ethnos, mientras el otro rotativo, Ta Nea, hablaba de "obstinación".
Esa línea no tranquilizaba el lunes a la Bolsa de Atenas, que terminó la sesión con una caída de del 4,75%.
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