ATENAS.- El nuevo primer ministro griego,
Alexis Tsipras, ha abierto de nuevo la cuestión de las reparaciones de
guerra, recordando que Alemania nunca compensó a Grecia por su ocupación
durante la Segunda Guerra Mundial.
La negativa de Berlín ha sido
clara hasta ahora: la primera economía mundial no debe nada a Grecia,
que tiene una deuda de más de 300.000 millones de euros. "Casi 70 años
después del fin de la Segunda Guerra Mundial, la cuestión de la
reparación ha perdido su legitimidad", aseguró el portavoz del
ministerio alemán de Finanzas a mediados de enero.
Grecia evalúa la factura por reparaciones de guerra en 162.000 millones de euros, la mitad de la deuda griega.
El
partido de izquierda radical Syriza y su aliado en el gobierno, el
nacionalista Panos Kammenos, quieren reabrir esta cuestión simbólica
para recordar a Alemania las páginas más negras de su historia.
Poco
después de ser nombrado primer ministro, Tsipras hizo una ofrenda de
rosas rojas en el memorial de los fusilados de Kesariani, cerca de
Atenas, uno de los lugares simbólicos de la izquierda griega donde 200
comunistas fueron ejecutados por los nazis en 1944.
En su primera
visita a Alemania, el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, aseguró que
reabrir esta cuestión no va contra Alemania" sino "contra los nazis" de
Amanecer Dorado, la tercera fuerza política en el país tras las
elecciones del 25 de enero. Durante su campaña, Tsipras aseguró que
defendería el derecho de Grecia a las compensaciones para "un pueblo que
sangró y pagó cara la brutalidad del nazismo".
La ocupación nazi de Grecia empezó en 1941 y fue una de las más brutales de Europa.
Los
nazis explotaron y saquearon todos los recursos de Grecia y forzaron al
banco central griego a otorgar un crédito de 476 millones de
reichsmarks que nunca fue devuelto.
En un informe de 2012, la
cámara de diputados alemana, el Bundestag, evaluó ese crédito en 8.250
millones de dólares. Grecia lo evalúa por su parte en 11.000 millones de
dólares, según un informe confidencial entregado al ministerio de
Finanzas y desvelado por el periódico To Vima.
Tras la
capitulación alemana, la prioridad de los estadounidenses en Grecia era
su lucha contra los comunistas por lo que pidieron a los griegos, en
plena guerra civil y que se beneficiaron del 'plan Marshall', que
dejaran de lado sus reivindicaciones hasta firmar un tratado de paz.
Tras
la guerra, Alemania empezó su reconstrucción y no pagó prácticamente
nada a sus antiguos enemigos. "Es evidente que esto contribuyó
masivamente al milagro económico alemán", según una nota de análisis de
Rabobank.
"Alemania ha sido el país que menos ha pagado sus deudas
durante el siglo XX", recuerda el profesor de Historia Económica,
Albrecht Ritschl, en una entrevista publicada por Der Spiegel en 2011.
En
1990, poco antes de la reunificación, las dos Alemanias firmaron el
llamado 'tratado 2+4' con los aliados. Aunque en sentido estricto no fue
un tratado de paz, Berlín consideró que ponía punto y final a la
cuestión de las reparaciones de guerra.
Desde hace décadas, el
griego Manolis Glezos, un símbolo de la resistencia contra los nazis,
quiere que Alemania pague sus deudas. Esta cuestión tiene "una dimensión
política y moral", asegura este hombre de 92 años, que cuando tenía 18
descolgó la bandera nazi que ondeaba en la Acrópolis.
El año
pasado, el presidente griego, Carolos Papulias, que también fue un
resistente, aprovechó una visita a su homólogo alemán, Joachim Gauck,
para pedirle la apertura de negociaciones sobre la cuestión, pero Gauck
le recordó que "la vía legal está cerrada" y pidió perdón a los griegos
por la violencia de los nazis en Grecia, las primeras disculpas de este
tipo desde que terminó la Segunda Guerra Mundial.
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