GINEBRA.- En el acelerador de partículas más grande del mundo crece el
nerviosismo de los científicos, que se disponen a salir a la caza de
nuevas partículas capaces de cambiar nuestra comprensión del universo.
Físicos e ingenieros llevan a cabo las últimas pruebas para duplicar la
potencia del Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en
inglés), el mismo que en 2012 revelara el Bosón de Higgs y allanara el
camino del Nobel para los científicos que propusieron la teoría. Ese
aumento de potencia permitirá hacer experimentos dignos de la ciencia
ficción.
Los investigadores pondrán a prueba la 'supersimetría' -un concepto
informalmente apodado 'Susy'- y explorarán enigmáticas partículas
conocidas como la materia oscura. Algunos especulan sobre la posibilidad
de que las experiencias permitan hacer descubrimientos insospechados.
"Lo más excitante es que no sabemos lo que vamos a encontrar", dijo Rolf
Landua de la Organización Europea para la Investigación Nuclear, más
conocida por su antiguo acrónimo CERN, que alberga el LHC.
En marzo, haces que contienen billones de protones que se desplazan
al 99,9% de la velocidad de la luz serán lanzados a través de un tubo
circular de 27 kilómetros en la frontera entre Francia y Suiza. Para
principios de junio, una vez que se haya calibrado el poderoso
dispositivo, los haces serán concentrados mediante imanes a bajas
temperaturas, permitiendo la colisión de los protones.
El resultado son breves y pequeñas pero intensas colisiones,
registradas por cuatro laboratorios instalados a lo largo del gran
anillo. Los fragmentos resultantes de las colisiones pueden contener
indicios de otras partículas subatómicas, aseguran los científicos. "La
cosa más importante que nos gustaría encontrar es un nuevo tipo de
partícula capaz de explicar la naturaleza de la misteriosa materia
oscura", dijo Landua. La materia común constituye sólo un 4% del
universo conocido. Se estima que la materia oscura representa entre 5 y
10 veces más. Junto con la igualmente misteriosa energía oscura,
representa un 96% del cosmos.
Tras la hazaña del bosón de Higgs, el LHC cesó sus actividades en
2013 para aumentar su capacidad de colisión a 13 teraelectronvoltios
(TeV), es decir 6,5 TeV para cada uno de los haces que circulan en
sentido opuesto en el anillo. "Trece TeV será un nuevo récord, lo cual
posiblemente abra la puerta a nuevos descubrimientos, a una nueva
física", dijo el operador Mirko Pojer en el centro de control de las
operaciones del CERN.
"La ronda 2 del LHC ciertamente ayudará a los físicos a explicar
mejor nuestro Universo", dijo. El récord anterior de potencia del
colisionador fue de 8 TeV en 2012. "Estoy casi seguro ahora de que
gracias a la nueva energía, en el acelerador vamos a descubrir algo",
dijo Frederick Bordry, director de aceleradores y tecnología del CERN.
Al incrementar la potencia, las posibilidades de descubrir cosas nuevas
aumentan considerablemente, explicó el científico.
Durante esta segunda etapa de funcionamiento de tres años, el LHC
buscará colmar los vacíos de conocimiento del "Modelo Estándar", la
teoría comúnmente admitida para explicar cómo está construido nuestro
universo visible. Ese modelo no explica la materia oscura ni la energía
oscura y parece ser incompatible con la teoría de la gravedad.
Encabezando la fila de teorías adicionales, "Susy" postula la existencia
de un pariente de mayor masa, "supersimétrico" para cada partícula
conocida del Modelo Estándar.
Ello puede explicar la materia oscura, observable exclusivamente a
través de su efecto gravitacional sobre la materia visible y capaz de
sostener juntas a las galaxias. Los científicos piensan que el LHC será
ahora lo suficientemente poderoso como para hallar partículas
supersimétricas, si es que existen. "Susy es muy bella y resolvería el
Modelo Estándar en muchos aspectos", dijo Rebeca Suárez, que integra uno
de los equipos de científicos que experimentarán con el LHC.
"Pero honestamente, las esperanzas en torno a la supersimetría son
verdaderamente bajas en este momento. Ya la buscamos. Ya deberían
haberse hallado partículas más livianas de supersimetría. Cada día que
pasa tenemos menos esperanzas. Pero algunos tampoco tenían esperanzas de
hallar el [bosón de] Higgs y al final lo encontramos". El bosón de
Higgs, imaginado como teoría para atribuir masa a la materia, fue la
última partícula en descubrirse de las que estaban previstas por el
Modelo Estándar.
La supersimetría postula que existen formas adicionales de Higgs. "Un
elemento importante será la medición precisa del bosón de Higgs, para
terminar de caracterizarlo como una partícula del Modelo Estándar", dijo
Suárez. "Cualquier leve desviación que podamos hallar con relación a
las propiedades del bosón de Higgs o de cualquier partícula del Modelo
Estándar que no confirme las predicciones puede ser un indicio claro de
un nuevo fenómeno".
En su nueva versión, el LHC puede ser llevado a un máximo de 14 TeV,
aunque incluso esa potencia podría resultar insuficiente para explicar
el extraño fenómeno de la materia oscura, dijo. Serán necesarias nuevas
versiones aún más poderosas del colisionador. "Sería bueno encontrar
nuevos Higgs, cualquier cosa nueva que hallemos será interesante",
comentó Suárez. "Y aunque no aparezca nada, también resultará
interesante", asegura, aunque admite que sería el menos alentador de los
resultados posibles.
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