martes, 3 de febrero de 2015

Grecia apuesta por la creatividad financiera para aligerar su deuda

LONDRES.- El nuevo gobierno griego ha recurrido a la creatividad financiera, con propuestas sofisticadas, como los "créditos perpetuos", para aligerar su deuda sin asustar a los acreedores ni traicionar a sus electores.

"Si es necesario utilizar eufemismos y herramientas de ingeniería financiera para liberar al país de la esclavitud de la deuda, lo haremos", dijo en un comunicado el  el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis.
Pero lo que no hará es "dar marcha atrás" en la principal promesa de campaña del partido de izquierda radical Syriza, ahora en el poder: aliviar al país del peso de la deuda de 315.000 millones de euros, el 175% del Producto Interior Bruto (PIB).
"Call me Bond, perpetual Bond". Con esta broma que parafrasea al célebre agente secreto y la palabra inglesa que significa "bono" varios usuarios de Twitter recibieron la propuesta adelantada por Varoufakis este martes al diario británico Financial Times.
Su idea es sustituir la deuda griega en manos del Banco Central Europeo (BCE) más de 25.000 millones de euros por "créditos perpetuos", es decir, títulos de duración ilimitada.
La ventaja para el gobierno griego es que sigue pagando los intereses, pero deja de vivir con la espada de Damocles de los vencimientos. Según el programa en vigor, Grecia tendría que devolver cerca de 7.000 millones de euros al BCE este verano.
La ventaja para la institución de Fráncfort es que no supondría una pérdida ni tendría que declarar un 'default' de Grecia, con todo lo que puede implicar como reacción en cadena de los mercados.
"Unos títulos perpetuos, que no se reembolsan nunca, quizá sea un poco difícil de aceptar. Me imagino más bien un compromiso sobre un vencimiento muy largo, por ejemplo, de 50 años", dice Frederik Ducrozet, analista del Crédit Agricole, quien considera esta maniobra como una "muy buena idea".
Para la deuda generada con los planes de ayuda europeos, Varoufakis propone en su entrevista con el FT cambiarla por títulos "indexados al crecimiento", cuyo rendimiento dependería de los resultados de la economía griega.
El primer acreedor del país es el fondo europeo FEEF, creado por los socios europeos, con más de 140.000 millones de euros.
"Se trata de innovación financiera, pero no estamos en terreno desconocido", dice Ducrozet, porque ya se han emitido títulos de este tipo para "suavizar" las pérdidas de los bancos privados por la reestructuración de la deuda griega en 2012.
Argentina, otro país habituado a las turbulencias de la deuda pública, también ha recurrido a este subterfugio.
"Las propuestas de Varoufakis forman una base de negociación totalmente plausible", dice Ducrozet, una opinión que parecen compartir los mercados.
La Bolsa de Atenas se disparó este martes y subía más de un 11% a media tarde y el rendimiento de la deuda griega, termómetro de la confianza que inspira el país, caía por debajo del 10%.
Según el diario griego Kathimerini, Grecia también quiere aumentar a 25.000 en vez de 15.000 millones de euros las emisiones de deuda a corto plazo (T-Bills) a las que tiene derecho este año, en virtud de los acuerdos alcanzados a nivel europeo.
Privado de acceso al mercado para títulos de largo plazo debido a las tasas prohibitivas, Atenas financia sus necesidades corrientes con emisiones cortas, que compran esencialmente los bancos griegos, cubiertos a su vez por el BCE.
Según el diario griego, Grecia también va a reclamar 1.900 millones de euros a finales de febrero, a título de los beneficios realizados por los bancos centrales de la zona euro con la deuda griega en sus manos.
La entrega de esta suma estaba prevista en el marco del programa de ayuda europeo a Grecia actualmente en vigor, pero como el nuevo gobierno quiere ponerle fin, los ministros de Finanzas de la zona euro, el Eurogrupo, tendrán que dar su aprobación. Según una fuente diplomática, se prevé una reunión del Eurogrupo, posiblemente el viernes.

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