TOKIO.- El avance del Estado
Islámico (EI) en Irak y Siria representa un gran reto para que la
inversión necesaria evite una escasez de petróleo en la próxima década,
dijo el martes el principal economista de la Agencia Internacional de
Energía (AIE).
Si bien la AIE ha advertido que la producción de crudo
en Oriente Medio deberá aumentar en la década del 2020 para cumplir con
la demanda prevista, su economista en Jefe Fatih Birol dijo que aún
existían posiciones "miopes" sobre la necesidad de inversión en un
momento en que la caída del petróleo está provocando la reducción de
nuevas perforaciones.
La producción de crudo en las formaciones de esquisto
en Estados Unidos, que se espera que aumente en el corto plazo pese al
recorte en las perforaciones e inversiones, no será suficiente para
cubrir la demanda.
Los productores tradicionales de Oriente Medio deberán
cubrir el aumento esperado en el consumo, dijo Birol, y se espera que
Irak contribuya con un 50 por ciento del crudo necesario adicional.
Esto significa "que ahora tenemos un problema", dijo
Birol, hablando en la asociación de la industria del gas en Japón cuatro
días después de que la AIE confirmase su nombramiento como director
ejecutivo en reemplazo de Maria van der Hoeven, cuyo período en el cargo
termina a finales de agosto.
"Los problemas de seguridad causados por Daesh (nombre
en árabe del EI) y otros están creando un gran reto para las nuevas
inversiones en Oriente Medio y si esas inversiones no se hacen hoy, no
veremos ese crecimiento en la producción tan necesario alrededor de la
década de 2020", dijo Birol.
"El apetito por inversiones en Oriente Medio está cerca
de cero, en gran parte como resultado de lo imprevisible de la región",
agregó.
El análisis más reciente de la AIE sugirió que las
inversiones globales en exploración y producción de petróleo y gas
caerán un récord del 17 por ciento en 2015 a unos 580.000 millones de
dólares, dijo Birol.
Los milicianos del EI han afectado a la producción de
petróleo en el norte de Irak, aunque la producción en el sur, de donde
surge la mayor parte del crudo del país, continúa con normalidad.
Aún así, los ataques de grupos islamistas con supuestos
vínculos con EI se están extendiendo, hasta un yacimiento en Libia en
el que la francesa Total tiene una participación.
Los precios del crudo han repuntado a alrededor de 62
dólares por barril desde una caída a menos de 46 dólares a mediados de
enero, en mayor parte por la preocupación sobre el decreciente número de
plataformas de perforación en Estados Unidos y la perspectiva de la
producción futura de esquisto.
Los inventarios de crudo estadounidense sin embargo
continuaron creciendo debido a lo ya producido, con un alza en las
reservas a un máximo récord de casi 418 millones de barriles en la
semana al 6 de febrero, mostraron datos del Gobierno la semana pasada.
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