miércoles, 11 de febrero de 2015

El ministro de Finanzas griego entra en la boca del lobo de la zona euro

ATENAS/BRUSELAS. - El ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, inició el miércoles unas tensas negociaciones con los ministros de Finanzas de la zona euro después de que su Gobierno de izquierdas ganase un voto de confianza parlamentario sobre su rechazo a ampliar el rescate internacional.

El exacadémico dijo que estaba listo para un enfrentamiento con Alemania, el motor económico de la zona euro, y sus aliados por la decisión de Grecia de rechazar las medidas de austeridad, acabar la cooperación con la "troika" de los responsables de la UE, el BCE y el FMI que supervisa el programa de rescate y pedir una quita en la reestructuración de su deuda.
"Si no se puede pagar, entonces eso lleva a una quita", dijo Varoufakis a la revista alemana Stern en una entrevista publicada el miércoles. "Lo que es crucial es que la deuda de Grecia no puede ser pagada en el futuro cercano", dijo.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, dijo que si Grecia no quería solicitar una extensión de sus 240.000 millones de euros de rescate - el mayor en la historia financiera - "entonces ya está", descartando una mayor ayuda o condonación de deuda.
Él y otros ministros dijeron que querían oír las ideas de Grecia en una reunión del Eurogrupo en Bruselas, pero advirtieron que había poco tiempo porque el programa vence a finales de este mes y no se avista una solución.
Varoufakis tuvo un encuentro previo con la jefa del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, que ambos calificaron de constructivo. Lagarde voló a Bruselas para unirse a la cumbre del Eurogrupo en una muestra de la importancia que el FMI confiere a la crisis de Grecia.
"Son competentes, inteligentes, han pensado en sus problemas. Tenemos que escucharles, estamos empezando a trabajar juntos y es un proceso que está empezando y va a durar algún tiempo", dijo Lagarde a los periodistas.
El rendimiento de los bonos griegos subió y su bolsa bajó antes de la reunión, con los inversores preocupados de que un fracaso en alcanzar un acuerdo en las próximas dos semanas podría llevar a un posible impago de la deuda griega y su salida del euro.
Cuando le preguntaron a Varoufakis si tenía en mente una posible salida del euro, respondió: "en absoluto".
Economistas encuestados estiman en uno a cuatro las posibilidades de que el país abandone la moneda única este año - la lectura más alta desde el comienzo de la crisis griega en 2009.
Sin embargo, la mayoría de analistas dijo que apostaba por un acuerdo después de mucho ruido.
"Estamos viendo otra vez una carrera entre el nuevo Gobierno griego por un lado y la troika por otro", dijo el economista jefe del banco sueco SEB, Robert Bergqvist. "Nuestro principal escenario implica un compromiso de que relajará las actuales preocupaciones financieras del mercado", dijo.
Los líderes de la UE tratarán el asunto en su primera cumbre con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, el jueves. Los responsables de la UE dijeron que tuvieron conocimiento de las conversaciones, pero que no habría margen para una negociación de la deuda en una cumbre dedicada casi por completo al conflicto entre Ucrania y Rusia, la lucha contra el terrorismo y la reforma a largo plazo de la gobernanza de la zona euro.
Tsipras mantuvo un tono desafiante el martes en el Parlamento, diciendo que la "pequeña Grecia" estaba cambiando Europa al abandonar la austeridad.
Al menos 10.000 personas tomaron las calles de Atenas y otras ciudades el miércoles para demostrar su apoyo al gobierno en las negociaciones de Bruselas. Se planearon otras marchas izquierdistas más pequeñas en la capital belga, a las puertas de la sede del Banco Central Europeo en Fráncfort y en Londres.
Tsipras acordó trabajar en reformas con la OCDE, pero dijo que no serían impuestas desde fuera.
El líder de la OCDE, Ángel Gurria, pareció respaldar las críticas de Tsipras al programa de rescate tras su reunión en Atenas, diciendo que había producido poco crecimiento, un alto paro y una creciente desigualdad y pérdida de confianza.
Varoufakis propuso una transición de seis meses en la que Grecia podría emitir más deuda de corto plazo, recibir ingresos de la tenencia de bonos griegos por parte del BCE y buscar fondos de rescate bancario no empleados mientras renegocia su deuda. Atenas canjearía sus préstamos de la zona euro por bonos vinculados a su crecimiento económico y su deuda con el BCE por bonos perpetuos.
Los responsables de la UE han dicho que lo máximo que puede esperar Grecia es una mayor extensión de la fecha de pago de sus préstamos con la zona euro, un menor tipo de interés y quizás una prolongada moratoria sobre el pago del servicio de deuda, a cambio de reformas en parte de su supervisión externa.
Un funcionario griego declaró durante las conversaciones del miércoles que los interlocutores podrían abordar un "acuerdo puente" para Grecia una vez expire su acuerdo de rescate el 28 de febrero.
El encuentro tuvo lugar "en un clima muy bueno", añadió.

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