ATENAS/BRUSELAS. - El
ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, inició el miércoles unas
tensas negociaciones con los ministros de Finanzas de la zona euro
después de que su Gobierno de izquierdas ganase un voto de confianza
parlamentario sobre su rechazo a ampliar el rescate internacional.
El exacadémico dijo que estaba listo para un
enfrentamiento con Alemania, el motor económico de la zona euro, y sus
aliados por la decisión de Grecia de rechazar las medidas de austeridad,
acabar la cooperación con la "troika" de los responsables de la UE, el
BCE y el FMI que supervisa el programa de rescate y pedir una quita en
la reestructuración de su deuda.
"Si no se puede pagar, entonces eso lleva a una quita",
dijo Varoufakis a la revista alemana Stern en una entrevista publicada
el miércoles. "Lo que es crucial es que la deuda de Grecia no puede ser
pagada en el futuro cercano", dijo.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, dijo
que si Grecia no quería solicitar una extensión de sus 240.000 millones
de euros de rescate - el mayor en la historia financiera - "entonces ya
está", descartando una mayor ayuda o condonación de deuda.
Él y otros ministros dijeron que querían oír las ideas
de Grecia en una reunión del Eurogrupo en Bruselas, pero advirtieron que
había poco tiempo porque el programa vence a finales de este mes y no
se avista una solución.
Varoufakis tuvo un encuentro previo con la jefa del
Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, que ambos calificaron
de constructivo. Lagarde voló a Bruselas para unirse a la cumbre del
Eurogrupo en una muestra de la importancia que el FMI confiere a la
crisis de Grecia.
"Son competentes, inteligentes, han pensado en sus
problemas. Tenemos que escucharles, estamos empezando a trabajar juntos y
es un proceso que está empezando y va a durar algún tiempo", dijo
Lagarde a los periodistas.
El rendimiento de los bonos griegos subió y su bolsa
bajó antes de la reunión, con los inversores preocupados de que un
fracaso en alcanzar un acuerdo en las próximas dos semanas podría llevar
a un posible impago de la deuda griega y su salida del euro.
Cuando le preguntaron a Varoufakis si tenía en mente una posible salida del euro, respondió: "en absoluto".
Economistas encuestados estiman en uno a
cuatro las posibilidades de que el país abandone la moneda única este
año - la lectura más alta desde el comienzo de la crisis griega en 2009.
Sin embargo, la mayoría de analistas dijo que apostaba por un acuerdo después de mucho ruido.
"Estamos viendo otra vez una carrera entre el nuevo
Gobierno griego por un lado y la troika por otro", dijo el economista
jefe del banco sueco SEB, Robert Bergqvist. "Nuestro principal escenario
implica un compromiso de que relajará las actuales preocupaciones
financieras del mercado", dijo.
Los líderes de la UE tratarán el asunto en su primera
cumbre con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, el jueves. Los
responsables de la UE dijeron que tuvieron conocimiento de las
conversaciones, pero que no habría margen para una negociación de la
deuda en una cumbre dedicada casi por completo al conflicto entre
Ucrania y Rusia, la lucha contra el terrorismo y la reforma a largo
plazo de la gobernanza de la zona euro.
Tsipras mantuvo un tono desafiante el martes en el
Parlamento, diciendo que la "pequeña Grecia" estaba cambiando Europa al
abandonar la austeridad.
Al menos 10.000 personas tomaron las calles de Atenas y
otras ciudades el miércoles para demostrar su apoyo al gobierno en las
negociaciones de Bruselas. Se planearon otras marchas izquierdistas más
pequeñas en la capital belga, a las puertas de la sede del Banco Central
Europeo en Fráncfort y en Londres.
Tsipras acordó trabajar en reformas con la OCDE, pero dijo que no serían impuestas desde fuera.
El líder de la OCDE, Ángel Gurria, pareció respaldar
las críticas de Tsipras al programa de rescate tras su reunión en
Atenas, diciendo que había producido poco crecimiento, un alto paro y
una creciente desigualdad y pérdida de confianza.
Varoufakis propuso una transición de seis meses en la
que Grecia podría emitir más deuda de corto plazo, recibir ingresos de
la tenencia de bonos griegos por parte del BCE y buscar fondos de
rescate bancario no empleados mientras renegocia su deuda. Atenas
canjearía sus préstamos de la zona euro por bonos vinculados a su
crecimiento económico y su deuda con el BCE por bonos perpetuos.
Los responsables de la UE han dicho que lo máximo que
puede esperar Grecia es una mayor extensión de la fecha de pago de sus
préstamos con la zona euro, un menor tipo de interés y quizás una
prolongada moratoria sobre el pago del servicio de deuda, a cambio de
reformas en parte de su supervisión externa.
Un funcionario griego declaró durante las
conversaciones del miércoles que los interlocutores podrían abordar un
"acuerdo puente" para Grecia una vez expire su acuerdo de rescate el 28
de febrero.
El encuentro tuvo lugar "en un clima muy bueno", añadió.
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