LONDRES.- El ministro británico de Economía, George Osborne, confirmó hoy que
dará al Banco de Inglaterra poderes formales para regular los préstamos
hipotecarios en el Reino Unido.
La decisión de este lunes responde a una consulta pública que siguió al
interés expresado por Osborne el pasado año de otorgar al banco central
más potestades legales sobre los prestamistas, unidas a la capacidad de
hacer recomendaciones.
Estamos confirmando que el Banco de Inglaterra tendrá nuevos poderes para salvaguardar la estabilidad del sistema financiero británico de cualquier riesgo futuro planteado por el mercado inmobiliario o bancario, expresó en un comunicado.
Según varios medios británicos, la medida significa que el Comité de Política Financiera de la entidad puede prohibir a los bancos ofrecer hipotecas que considere demasiados arriesgadas, ya sea porque el préstamo es muy grande en comparación con el salario o porque se acerca mucho al valor de la vivienda.
La estrategia está diseñada para detener el tipo de préstamos fáciles a partir de los cuales se otorgaron hipotecas al ciento por ciento o créditos seis veces mayores que los sueldos antes de la crisis financiera de 2008.
Con ella, la institución podría decidir que nadie reciba un préstamo por más del 10 por ciento del valor de la casa o por más de la mitad de su salario.
De acuerdo con analistas, esta decisión podría tener grandes consecuencias para los prestatarios británicos, sobre todo para los jóvenes y para las personas que trabajan por obtener su primera ayuda bancaria.
Los precios de las viviendas en el Reino Unido alcanzaron niveles récord el pasado año, y en septiembre el valor promedio de una casa o apartamento en la nación europea era de 272.000 libras (340.000 euros).
En el caso de Londres, por primera vez las viviendas superaron el medio millón de libras (625.000 euros), mientras que en Escocia aumentaron los costos de las propiedades hasta situarse en una media de 198.000 libras (247.000 euros).
Estamos confirmando que el Banco de Inglaterra tendrá nuevos poderes para salvaguardar la estabilidad del sistema financiero británico de cualquier riesgo futuro planteado por el mercado inmobiliario o bancario, expresó en un comunicado.
Según varios medios británicos, la medida significa que el Comité de Política Financiera de la entidad puede prohibir a los bancos ofrecer hipotecas que considere demasiados arriesgadas, ya sea porque el préstamo es muy grande en comparación con el salario o porque se acerca mucho al valor de la vivienda.
La estrategia está diseñada para detener el tipo de préstamos fáciles a partir de los cuales se otorgaron hipotecas al ciento por ciento o créditos seis veces mayores que los sueldos antes de la crisis financiera de 2008.
Con ella, la institución podría decidir que nadie reciba un préstamo por más del 10 por ciento del valor de la casa o por más de la mitad de su salario.
De acuerdo con analistas, esta decisión podría tener grandes consecuencias para los prestatarios británicos, sobre todo para los jóvenes y para las personas que trabajan por obtener su primera ayuda bancaria.
Los precios de las viviendas en el Reino Unido alcanzaron niveles récord el pasado año, y en septiembre el valor promedio de una casa o apartamento en la nación europea era de 272.000 libras (340.000 euros).
En el caso de Londres, por primera vez las viviendas superaron el medio millón de libras (625.000 euros), mientras que en Escocia aumentaron los costos de las propiedades hasta situarse en una media de 198.000 libras (247.000 euros).
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