RÍO DE JANEIRO.- La producción del sector
industrial en Brasil cayó un 2,8% en el pasado mes de diciembre, y 2014
cerró con una caída global del 3,2%, el peor dato desde que el país se
viera salpicado por la crisis financiera global de 2009, según los datos
ofrecidos este martes por el Instituto Brasileño de Geografía y
Estadística (IBGE).
La peor parte se la lleva el sector del automóvil,
tradicionalmente considerado un buen termómetro para medir el estado de
la economía. Ha caído un 16,8%, seguido de los derivados del metal
(-9,8%) y la metalurgia (-7,4%).
Por otro lado, sectores como las industrias extractivas y el del
petróleo y los biocombustibles aumentaron su producción un 5,7% y un
2,4% respectivamente.
Las perspectivas de cara a 2015 no son muy halagüeñas: en el
último informe divulgado por el Banco Central la previsión era que la
industria creciera un 0,5% este año. En niveles globales, se espera que
la economía brasileña tenga un crecimiento próximo a cero o que incluso
entre en recesión.
Entre los motivos para la preocupación está el incierto escenario
internacional, la grave sequía que afecta al sureste del país
-precisamente el área más industrializada_ y el delicado momento que
atraviesa Petrobras, uno de los principales motores de la economía
brasileña.
En medio del escándalo de corrupción detonado con la Operación
Lava Jato, la compañía estatal anunció recientemente por boca de su
presidenta, Graça Foster, que cortará inversiones y paralizará grandes
obras de infraestructura, lo que repercutirá directamente en cientos de
empresas proveedoras.
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