El director
general del Banco Internacional de Pagos, de Basilea, Jaime Caurana,
exgobernador del Banco de España alertaba a sus interlocutores de la
necesidad de continuar con el proceso de saneamiento del sector
financiero español. En una reciente visita a España pasó revista a los
aspectos más relevantes, tanto de la economía española como
internacional, en especial de Grecia, manifestaba su convicción de que
el proceso de racionalización de la banca en España todavía no ha
terminado. En términos coloquiales expresó que “la banca no está tan
saneada como parecía”.
Caruana
coincidía con las advertencias que ha manifestado la Comisión
Europea en sus previsiones de invierno de la economía. Sostiene que
han aumentado las incertidumbres por las tensiones
geopolíticas. Prevé que aumente la inestabilidad en los
mercados financieros, sobre todo debido a las diferentes
políticas monetarias que están preparando las principales
economías del mundo y sostiene que si no se completa el proceso de
reformas estructurales, no se habrá producido el cambio de la
estructura económica española.
En su intervención privada
de hace unas semanas ante un destacado grupo de empresarios
españoles, también alertó de los riesgos que conllevaría un largo
período de baja inflación en la eurozona y en especial en España
por lo que propuso actuar para cortar los riesgos que podrían llevar
al círculo vicioso que conllevan las expectativas de recortes de
precio.
La caída de los precios retrae el consumo ante las
expectativas del consumidor de poder comprar cuando estos hayan
bajado, lo que lleva a los productores a reducir los propios
precios para hacerlos más atractivos y estimular a los
consumidores a comprar. Caruana también alertó de lo arriesgado
que es hacer predicciones y más en este tiempo dado que hasta los más
avezados expertos han errado en sus estimaciones.
En su
reciente visita a Madrid, el exgobernador del Banco de España
confesó a sus interlocutores que los presidentes de las cinco
grandes petroleras del mundo le habían dado por hecho que el barril
de petróleo no bajaría de los 60 dólares en ningún caso. El día que
Caruana se encontraba con sus interlocutores en Madrid, el barril
se situaba en el entorno de 50 dólares.
En cuanto al futuro
de las negociaciones de Grecia, desde Basilea daban por hecho que se
produciría un choque entre el nuevo Gobierno griego y las distintas
instituciones comunitarias. Entre otras razones, porque la
cuantía de la deuda ha llegado a tales niveles que resulta
imposible afrontar los pagos en su momento de vencimiento. Pese a
los plazos acordados con la Troika en los que durante diez años no se
paga intereses y durante 30 no hay que pagar principal, el acuerdo
con los acreedores privados les exige afrontar unos vencimientos
para los que no han generado suficiente liquidez.
Respecto
de la situación económica española, Caruana anticipa una clara
mejoría, en lo que coincide con el presidente de la patronal
bancaria española, José María Roldán, para quien la fortaleza de la
recuperación es innegable.
Respecto del sector bancario,
Roldán no entraba este jueves en su intervención en la Bolsa de
Valencia en la jornada sobre ‘La banca española ante la unión
bancaria’ en si se ha concluido con el proceso de saneamiento pero
ha defendido que es totalmente capaz de financiar la
recuperación. Precisa que la demanda del crédito empieza a
repuntar, “lo que no quiere decir que se concedan todos los créditos
solicitados, sino aproximadamente la mitad”.
Jaime
Caruana no es una persona que hable a humo de paja. Sus advertencias
sobre el trabajo que queda por hacer en el sector hay que tenerlas en
cuenta. Ocultar los problemas nunca ha servido de nada. El
exgobernador del Banco de España hace bien en advertirnos de ellos.
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