jueves, 19 de febrero de 2015

El consumo global de fertilizantes debe garantizar suelos sanos

LA HABANA.- El consumo global de fertilizantes podría superar los 200 millones de toneladas en 2018, según un anuncio de la FAO, aviso propicio para garantizar su uso adecuado y la sostenibidad de los suelos. 

 De acuedo con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el arribo a dicha cifra representaría el aumento de este indicador en un 25 por ciento respecto al 2008, y confirmaría los pronósticos de crecimiento de 1,8 por ciento anual en el próximo trienio.

El uso de fertilizante basado en nitrógeno se estima aumente un 1,4 por ciento cada año hasta 2018, mientras que la demanda de los basados en fosfato y potasio crecerá en un 2,2 y un 2,6 por ciento anual respectivamente en el mismo periodo, indica el estudio de la FAO.

Este ritmo de crecimiento significará el consumo de 200. 500.000 toneladas de nutrientes por los agricultores de todo el orbe en los siguientes tres años.

La entidad no tiene previsiones en cuanto a los precios futuros, pero indica que el valor de los productos en cuestión, tras haber aumentado en 2011, era inferior a mediados de 2014 que en 2010.

Tales previsiones también son corroboradas por la Asociación Internacional de la Industria de los Fertilizantes (IFA), la cual predice que la demanda global crecerá a una tasa anual del dos por ciento y se ubicará en un máximo histórico de 187,4 millones de toneladas de la sustancia.

Esa institución registró que el consumo global de tales productos en 2014 llegó a un récord de 183,8 millones de toneladas.

De dicho volumen 61 por ciento correspondió a los fertilizantes basados en el nitrógeno, 22 por ciento a los fosfatados y 17 por ciento a los potásicos, de acuerdo con esa entidad.

Por su parte, la FAO determina que su empleo en los próximos años tendrá grandes diferencias en cada región geográfica, con una acelerada demanda del 4,7 por ciento anual en África subsahariana.

Aún así el continente asiático continuará siendo el mayor consumidor de estos químicos en el mundo y depende de las importaciones de los tres principales nutrientes (nitrógeno, potasio y fosfato).

En cuanto a América Latina y el Caribe, añade la FAO, estos países dependerán de las importaciones de los tres componentes básicos en los venideros tres años, periodo en el que también se espera que el uso regional de fertilizantes crezca a un sostenido ritmo anual del 3,3 por ciento.

Este aumento de la producción global y consumo puede atribuirse a la necesidad de alimentar una población en constante crecimiento, expresó Caterina Batello, oficial principal de la División de Producción y Protección Vegetal de la FAO.

A pesar de la cifra esperada para 2018 hay grandes diferencias entre los continentes, añade la experta, pues mientras África solamente va a demandar cuatro millones de toneladas y Europa 15 millones, América va a necesitar 23 millones más y Asia 74, lo que es un aumento significativo.

Algo que hay que notar, agrega Batello, es que aunque África aumente el consumo de fertilizantes, también se va a convertir en un productor importante de estos productos destacándose en la exportación de nitrógeno y fosfato.

Este incremento es una contradicción, pues la utilización excesiva de fertilizantes está causando la degradación de los suelos y afectando los recursos hidráulicos, continúa la titular.

La misión de la FAO sobre la eficiencia en los sistemas de producción insiste en el correcto empleo de estos productos y aboga por el esfuerzo en conjunto de las empresas privadas, el sector público y los políticos que promueven su uso.

Para mitigar los efectos negativos de este fenómeno, la especialista plantea que es necesario que los productores trabajen más con las rotaciones de los cultivos, con leguminosas y sistemas de producción diferentes.

Añade que es necesario el esfuerzo conjunto de los sectores privado y público para desarrollar tecnologías innovadoras que eviten el envenenamiento de los suelos y propiciar la investigación de los microorganismos, los ecosistemas y la contribución del abono a la producción.

El año que recién comienza ha sido designado Año Internacional de los Suelos, durante el cual la FAO se ha encaminado a trabajar con sus entidades asociadas para crear conciencia pública en torno al hecho de que es imprescindible una gestión sostenible de este recurso para continuar la producción de alimentos.

Indudablemente el aumento del consumo de fertilizantes a nivel global obliga a cada país a plantearse estrategias para explotar adecuadamente los espacios agrícolas y prevenir efectos adversos como la desertificación y erosión de los mismos.

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