MADRID.- El Tesoro Público
español reanuda la próxima semana las emisiones de deuda pública a largo plazo con la prima de
riesgo en torno a 100 puntos básicos y captado ya casi el 14 % de sus
necesidades para este año, sin que las dudas sobre el futuro de Grecia
hayan alcanzado aún de forma explícita a España.
Las agoreras previsiones sobre la incertidumbre que invadiría los
mercados tras el cambio de gobierno en Grecia se han cumplido sólo a
medias, ya que aunque la renta variable ha experimentado momentos de
gran volatilidad, el mercado secundario de deuda ha castigado al país
mediterráneo, pero no a otros periféricos de la zona del euro.
La prima de riesgo de España, que mide el diferencial entre el bono
nacional a diez años y el alemán del mismo plazo se ha mantenido
relativamente estable en torno a 100 puntos básicos, con el rendimiento
del bono alrededor del 1,3 %.
El temor inicial ante la posible ruptura de las negociaciones entre
Grecia y la troika -Comisión Europea, Banco Central Europeo y el Fondo
Monetario Internacional-, y la posible salida del país de la zona del
euro ha dejado paso a la convicción de que, aunque con dificultades,
puede haber acuerdo.
La agencia de medición de riesgos Fitch cree que Grecia se entenderá
con sus acreedores, aunque advierte sobre el riesgo de que una
prolongada y dura negociación perjudique la confianza y la liquidez del
país.
El tira y afloja ha comenzado, ya que el nuevo ministro griego de
Finanzas, Yanis Varufakis, afirmó el viernes que el Gobierno no reconoce
a la troika de acreedores como interlocutora válida en las
negociaciones sobre el programa de rescate de Grecia.
De cualquier modo, en la primera emisión de deuda que celebró el
Tesoro Público tras la victoria de la coalición de la izquierda radical Syriza
en Grecia, se captaron 2.562 millones en letras a tres y nueve meses con
intereses cercanos a cero, inferiores a los de la emisión de diciembre y
con muy buena demanda por parte de los inversores.
Los analistas valoraron la puja y se mostraron convencidos de que
España está a punto de financiarse a tipos negativos en sus plazos más
cortos, al igual que ocurre ya en Alemania o Francia.
El secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, cree
que aunque España aún no ha recuperado el máximo grado de inversión que
otorgan las agencias de calificación, la ansiada triple A, "hace ya
tiempo que los inversores mejoraron su calificación".
La comodidad con la que se financia España queda patente también en
el ritmo de captación de fondos, ya que desde comienzos de año el Tesoro
Público ha captado 19.566 millones de euros, un 13,8 % de la previsión de
emisión a medio y largo plazo para todo el año, que es de 141.996
millones de euros.
En la última emisión de bonos a cinco años que celebró el Tesoro Público, el
pasado 15 de enero, consiguió 1.760 millones con un interés marginal del
0,869 %, por debajo del 0,964 % precedente; en lo que va de año, aún no
ha convocado subasta a 15 y 30 años.
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