PARÍS.- El ministro francés
de Finanzas, Michel Sapin, afirmó, horas antes de recibir hoy en París a
su homólogo griego, Yanis Varufakis, que su país va a actuar como
"puente" para facilitar el diálogo entre Grecia y el resto de la Unión
Europea (UE).
"El Gobierno francés está bien colocado para ser un puente entre la
Europa a la que pertenecemos, de la seriedad presupuestaria, y la Europa
del sur en la que está Grecia, que está sufriendo y que necesita
encontrar un camino diferente para recuperar el crecimiento y dar a los
griegos esperanzas de que van a vivir mejor", señaló.
En declaraciones emitidas hoy por "France Info", el ministro
socialista galo añadió que "teniendo en cuenta que somos un Gobierno de
izquierdas y una mayoría de izquierdas, Francia debe facilitar el
diálogo entre Grecia y el conjunto de la Unión Europea".
A ese respecto, consideró que la lucha contra el fraude fiscal o
contra la oligarquía, que figuran en el programa de Syriza, le parecen
"buenas reformas".
Sapin tiene previsto entrevistarse esta tarde a las 17.00 locales
(16.00 GMT) con Varufakis y una hora y media más tarde ambos harán una
declaración común a la prensa.
Antes de acudir a París, Varufakis trató de desactivar algunos de los
elementos de las promesas de su Gobierno más conflictivas con sus
socios europeos, al asegurar que lo que proponen sobre la deuda tiene un
coste menor para los contribuyentes europeos que el actual plan que
defienden los acreedores.
Negó que haya problemas para terminar con el programa de rescate
actual e intentar negociar un nuevo acuerdo con los prestamistas y dijo
que lo que necesitan es "esencialmente un puente entre el viejo
programa, que rechazamos, y el nuevo acuerdo que se producirá después de
nuestras negociaciones".
En concreto, Varufakis reclamó "tiempo, espacio y un respiro" para
poder negociar con los acreedores, y lograr un nuevo acuerdo que permita
"acabar con el problema griego y hacer que la economía social griega
sea sostenible".
Francia, que como el resto de los países de la eurozona descarta una
nueva quita a Grecia, ha querido no obstante jugar un papel de mediador
desde la formación el pasado lunes del Gobierno de Syriza y ese mismo
día el presidente francés, François Hollande, habló con el nuevo primer
ministro, Alexis Tsipras, para invitarle a París.
La cita Hollande-Tsipras, a falta de oficializar los detalles, debe
celebrarse el miércoles por la tarde en el Palacio del Elíseo, pero
antes de eso el encuentro de los ministros de Finanzas es una forma de
tomar la temperatura de las demandas de Atenas y de su grado e
intransigencia para evitar un choque con los otros socios europeos, que
tendría riesgos para todos.
El jefe del Estado francés mantuvo un encuentro el viernes por la
tarde en Estrasburgo (noreste de Francia) con la canciller alemana,
Angela Merkel, cuyo Ejecutivo hasta ahora ha sido el que más cortante se
ha mostrado en sus reacciones a los reclamos de Tsipras y de su
gabinete.
En una entrevista publicada ayer en la prensa alemana, Merkel
reiteraba que no habrá una nueva quita de la deuda pública griega y
exigió a Atenas mantener ajustes y reformas.
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