ATENAS.- Tras dos semanas de negociaciones infructuosas con los socios de la
zona euro, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, parece haber
sucumbido a la presión de Bruselas pese al riesgo de incumplir sus
promesas electorales.
El Gobierno griego indicó anoche que va a pedir una "prolongación"
del programa de financiación internacional actualmente en vigor en el
país, tras oponerse con uñas y dientes. La demanda se presentará este
jueves, según ha señalado hoy una fuente gubernamental.
Los ministros de Finanzas del Eurogrupo, con el alemán Wolfgang
Schäuble al frente, dieron al Ejecutivo griego un ultimátum el lunes por
la noche para que solicitara, antes de este viernes, la prolongación de
este programa que vence el 28 de febrero. Pero el Gobierno, que se
debate entre su deseo de mantenerse en el euro y sus promesas
electorales para aliviar la austeridad, ha señalado que sólo desea la
prolongación temporal de la "financiación" y no del "memorando" que la
acompaña.
En un gesto considerado como un órdago a sus socios comunitarios y un
guiño a su electorado, Tsipras ha anunciado que a partir del viernes
someterá en el Parlamento una serie de leyes para aliviar los efectos de
la austeridad que ha sumido en la pobreza a buena parte de la población
griega en los últimos cinco años. Desde 2010, el memorando fija las
condiciones draconianas de ahorro presupuestario impuestas a Grecia a
cambio de una inyección financiera internacional, y que los griegos
rechazaron en las urnas al elegir a Tsipras a finales de enero.
"Es muy importante que todos hagamos los esfuerzos necesarios para
evitar una ruptura que sería absurda y dañina para los unos y los
otros", ha declarado este miércoles el comisario europeo de Asuntos
Económicos, Pierre Moscovici, en la radio RTL.
Por su parte, el ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, ha
hecho hincapié en la televisión alemana ZDF en que "la prolongación de
la financiación europea" sería solo por unos meses, "para poder negociar
un nuevo acuerdo entre Grecia y Europa". Esta prolongación sería de
seis meses, según una fuente gubernamental griega. No obstante, para el
Gobierno alemán, la prolongación de la ayuda a Grecia es "indisociable"
de las reformas.
La Comisión Europea se mantiene prudente, a la espera de ver el
documento del Gobierno griego. "Tenemos que ver el documento de Grecia y
lo que pide" antes de opinar, ha señalado Valdis Dombrovskis,
vicecomisario encargado del euro a la prensa en Bruselas.
En la cuerda floja, Tsipras envió "un mensaje con doble lectura" el
martes a su grupo parlamentario. Por una parte, aseguró que "Grecia no
aceptará las condiciones ni los ultimátums" y anunció las medidas
sociales que se presentarán el viernes en el Parlamento. Pero dejó claro
que Atenas "desea proseguir las negociaciones con sus socios y no
romperlas".
Para Philippe Waechter, analista de Natixis Asset Management, en este
pulso con Europa, "es Grecia la que ha perdido".
"Si se acepta su
demanda, permitirá superar el plazo del 28 de febrero sin problemas", ha
asegurado. Si la demanda de prolongación es aceptada, los seis próximos
meses serán intensos para fijar el marco de las medidas que aceptaría
Grecia a cambio de ayuda, "pero se habrá alejado el riesgo de ruptura",
según Waechter.
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