GINEBRA.- La justicia suiza ha estrechado el cerco al banco HSBC, situado en el
centro del gigantesco escándalo de fraude fiscal y blanqueo de dinero
conocido como 'SwissLeaks', con el anuncio de una investigación penal.
La fiscalía ha anunciado el registro de la sede del HSBC Suiza en
Ginebra y la apertura de una investigación por blanqueo de dinero
agravado contra la entidad.
Este anuncio empaña un poco más la reputación de los bancos suizos,
desde hace meses en el ojo de mira de los jueces extranjeros que han
multiplicado las investigaciones por fraude y evasión fiscal.
En el caso
del HSBC Suiza, la situación ha dado un nuevo vuelco, ya que ahora es
la justicia suiza la que toma cartas en el asunto, diez días después de
la revelación del escándalo 'SwissLeaks' por un consorcio de diarios
internacionales.
Hasta ahora, el banco suizo, filial del británico HSBC, sólo era
objeto de investigación de la justicia de otros países y parecía a salvo
en el territorio helvético. La FINMA, la autoridad de vigilancia de los
mercados suizos no había emprendido ninguna acción.
En una declaración publicada tras el registro, el HSBC (Suiza) ha
señalado que "coopera de manera continuada con las autoridades suizas
desde que hemos tenido conocimiento del robo de datos en 2008 y seguimos
cooperando". La justicia de países como Francia y Bélgica ya había
emprendido acciones contra el HSBC Suiza.
La filial del banco británico en Suiza se expone a una fuerte multa,
aunque en caso de que se determinen culpables, estos pueden ser
condenados hasta a cinco años de cárcel. Actualmente, la investigación
se centra en el banco, pero es posible que se amplíe a personas físicas,
advierte la fiscalía de Ginebra.
HSBC Suiza está en el centro de las revelaciones de 'SwissLeaks',
publicadas el 9 de febrero por un consorcio de diarios internacionales.
Estos diarios estudiaron durante meses los datos extraídos en 2007 por
el antiguo informático del HSBC (Suiza) Hervé Falciani, que le llegaron
de manos de un informante.
Estos datos mostraron que entre noviembre de 2006 y marzo de 2007,
transitaron miles de millones de dólares pertenecientes a más de 100.000
clientes y 20.000 personas de todo el mundo por las cuentas del banco
en Suiza, disimulados en empresas pantalla o en paraísos fiscales.
Esta semana, en París, se abrió el proceso por fraude fiscal contra
la heredera de la casa de alta costura Nina Ricci, acusada de haber
escondido más de 18 millones de euros en el HSBC-Suiza.
Desde la publicación de 'SwissLeaks', el banco ha insistido en que
las prácticas denunciadas pertenecen "al pasado". La entidad también ha
precisado que ha cambiado totalmente de estrategia desde 2008 y ha
depurado su cartera de clientes.
El HSBC Suiza no es el único que tiene que responder a la justicia.
El banco UBS, número 1 del sector en Suiza y líder a nivel mundial en la
gestión de fortunas, está en el punto de mira en Francia. Jueces
franceses han lanzado una orden de detención contra tres antiguos
directivos del banco acusados de blanqueo de dinero agravado y de fraude
fiscal.
El fisco francés sospecha que el UBS ayudó a captar ilegalmente
a ricos franceses para que abrieran cuentas en Suiza. Las órdenes de
detención han sido cursadas después de que los tres exdirectivos no
respondieran a una convocatoria.
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