BRUSELAS.- Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) aprobaron este lunes nuevas sanciones contra rusos y ucranianos por
desestabilizar Ucrania pero acordaron aplazar su entrada en vigor, en
función del resultado de negociaciones clave que tendrán lugar esta
semana impulsadas por Francia y Alemania.
"Todos creemos que la
solución de la crisis en Ucrania sólo puede ser política (...) Es
nuestro deber dar una oportunidad a este intento que estamos llevando a
cabo", dijo la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, en
rueda de prensa al término del consejo de titulares de Exteriores de la
UE en Bruselas.
Según Mogherini, "para dejar espacio a nuestros
esfuerzos diplomáticos en estas horas, para que se desarrollen con el
máximo de oportunidades de éxito", los ministros decidieron "unánimemente, unidos, aplazar la entrada en vigor de las medidas hasta el lunes".
"Entonces
tendremos la oportunidad de evaluar la situación", indicó, algo que,
recordó, también harán el jueves los jefes de Estado y de Gobierno de la
UE en la reunión informal que tendrán en Bruselas.
Los ministros mantuvieron sus planes de engrosar con diecinueve personas y nueve entidades la lista de sancionados
a raíz del ataque con artillería en la ciudad ucraniana de Mariúpol a
finales de enero, en el que hubo 30 muertos y un centenar de heridos.
En cambio, decidieron aguardar al próximo lunes para aplicarlas o no,
a la luz de los acontecimientos de esta semana y del resultado de la
cumbre entre los líderes de Rusia, Ucrania, Francia y Alemania que se
espera que se celebre el miércoles en Minsk.
"Es necesario dar una oportunidad a la paz (...)
Si han cambiado las circunstancias parece que la UE debe adaptar, si no
su filosofía, sí su ritmo", declaró el ministro español de Exteriores y
Cooperación, José Manuel García-Margallo, en rueda de prensa.
Según
García-Margallo, los veintiocho países comunitarios aplazaron la
aplicación de las sanciones a petición del Gobierno ucraniano, que
solicitó a Mogherini "no hacer nada que pueda obstaculizar el éxito de las negociaciones".
"Si
se produjesen buenas noticias en Minsk, si hubiese una perspectiva para
la paz, podríamos revocar esas sanciones o decidir que no entrasen en
vigor", señaló.
Confirmó que la UE seguirá "estudiando más medidas
según el agravamiento del conflicto", en el caso de que fracase la
negociación en Minsk.
"España quiere que Rusia sea un socio estratégico,
la necesitamos económicamente, para hacer viable Ucrania, para resolver
más rápido el problema sirio, iraquí o iraní, siempre que Rusia acate
la legalidad internacional", afirmó García-Margallo.
Recordó, además, que la UE ya ha perdido "21.000 millones de euros"
en exportaciones a causa de las sanciones mutuas impuestas entre Moscú y
la UE, mientras que España ha visto afectadas fundamentalmente sus
exportaciones agroalimentarias y el turismo, que "se ha reducido en un
30 % frente al año anterior".
"La siguiente tanda de sanciones por
parte de la UE sería respondida con otra tanda de sanciones por parte
de Rusia que afectaría a sectores sensibles españoles", aseguró.
Preguntado
por la posibilidad de entregar armas a los ucranianos, García-Margallo
afirmó que el asunto no se trató en el Consejo, aunque el ministro
lituano Linas Linkevicius pidió "ayudar a Ucrania no sólo financiera,
económica y políticamente, sino también de manera militar", con el envío
de "armas defensivas".
"Las cosas empiezan a moverse", consideró
por su parte el titular francés de Exteriores, Laurent Fabius, quien
pidió, no obstante, "ser prudentes".
Según dijo, "el objetivo es lograr una reducción de la tensión y la paz. No estamos seguros del todo del resultado, hay que seguir siendo prudentes, pero trabajamos en ese sentido".
En
opinión del responsable de la diplomacia francesa, "queda camino por
recorrer" y "hay toda una serie de cuestiones" todavía por resolver,
como cuántos kilómetros retirar las armas pesadas de la línea de
contacto o cómo garantizar el respeto de la frontera.
"Todo eso se
está discutiendo, y será a partir de ello que se decidirá la reunión de
Minsk, la cual esperamos que logre resultados. Pero las cosas no están
hechas aún", respondió a la pregunta de qué puede impedir todavía la
celebración de esa cumbre.
Fabius pidió "mantener lo máximo que se pueda el respeto al protocolo de Minsk"
original, firmado en septiembre por ucranianos y separatistas prorrusos
para rebajar la tensión, y agregó: "Aún no se han logrado los
resultados, pero estamos haciendo el máximo de esfuerzos diplomáticos
para rebajar la tensión y lograr la paz".
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