MADRID.- Agilizando las peticiones de
visados o aumentando el número de vuelos desde China, España intenta
recuperar el terreno perdido en la carrera por atraer a una ola
emergente de turistas del gigante asiático.
Durante una visita a
Pekín del jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, en septiembre,
Madrid anunció que ahora los visados se emitirán en 48 horas.
El
gobierno negocia también con aerolíneas asiáticas para traer más vuelos
al aeropuerto madrileño, proponiendo rebajas de tasas y promocionando
España como plataforma hacia Latinoamérica.
Pero, por el momento,
sin resultados. Sólo una compañía, Air China, ofrece vuelos directos
entre España y China, la mayor fuente de turistas del mundo.
Asimismo,
esta aerolínea asiática opera siete vuelos semanales a España, mientras
que Italia cuenta con 28 vuelos directos a China, Francia con 70 y
Alemania con 87.
Durante sus viajes a Europa, los turistas chinos
suelen visitar varios países, pero la situación geográfica de España
dificulta incluirla en esos 'tours' si aterrizan en otro lugar, explica
el experto Keven Lathan, profesor de la University of London.
"El
emplazamiento de España es menos central. Hay que agregar dos o tres
días. No se puede hacer mucho al respecto", afirmaba recientemente en la
feria de turismo, Fitur.
Según la Organización Mundial del
Turismo, con sede en Madrid, China es el mercado de turistas que más ha
crecido en la última década debido al aumento en sus ingresos y a menos
restricciones en los viajes internacionales.
Más de 100 millones
de chinos tienen previsto viajar fuera del país este año, muchos de
ellos durante el Año Nuevo Chino, una fiesta de siete días que comenzó
el miércoles.
Los responsables del sector turístico español lamentan que otros países estén tomando la delantera.
España
tiene sólo tres consulados en China que pueden emitir visas, frente a
ocho de Francia, afirma Hilario Alfaro, presidente del Madrid Foro
Empresarial. Y exige que los solicitantes la recojan en persona, lo que
desanima a quienes viven en ciudades sin consulado, agrega.
Por su
parte, Francia ofrece entregar los visados a domicilio y Estados Unidos
permite recogerlos en oficinas bancarias de todo el país.
"A un
chino que llega a España por vía directa China-España hay que hacerle un
monumento o darle una medalla por lo difícil que es", agrega.
Tercer
destino turístico del mundo, tras Francia y Estados Unidos, España es
un destino predilecto para los europeos, que inundan sus playas en busca
de sol. Pero el país sólo recibió 288.000 visitantes de China el año
pasado, según Turespaña, organismo dependiente del gobierno.
En
comparación, Estados Unidos acogió a 1,8 millones de chinos en 2013,
último dato disponible, mientras 1,2 millones viajaban a Francia.
"Vamos a perder el tren del turismo chino clarísimamente", lamenta Alfaro.
El
sector turístico, que representa el 10,9% del PIB español y uno de cada
nueve empleos, tomó medidas para adaptarse a los gustos de estos nuevos
visitantes, situados entre los que más gastan.
Así, el madrileño
Museo Thyssen-Bornemisza empezó a ofrecer el año pasado planos con
explicaciones en chino mandarín. Es el primer museo importante de la
capital en hacerlo.
Uno de los edificios en Madrid de la cadena
de grandes almacenes El Corte Inglés ofrece servicios para turistas
chinos, entre ellos un catálogo en mandarín y un reputado restaurante de
comida china.
También algunos hoteles se están adaptando para ofrecer pequeñas comodidades que aprecian los visitantes del gigante asiático.
El
cinco estrellas madrileño Silken Puerta América renovó el menú de su
cafetería para incluir platos como tallarines con pollo, 'dim sum'
-raviolis chinos- y arroz blanco para el desayuno, y equipó sus
habitaciones con teteras eléctricas.
Este vanguardista
establecimiento, que el año pasado recibió unos 6.000 clientes chinos
-más del doble que en 2013-, figura entre los pocos hoteles que
obtuvieron el certificado 'Chinese Friendly' o 'Amistoso con los
chinos'.
"Tenemos que adaptarnos al cliente para que se sienta a gusto", afirma la portavoz de la cadena Silken, Sara Díaz.
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