BRUSELAS.- Los ministros de Finanzas de la zona euro han comenzado hoy en Bruselas
una reunión crítica para tratar el tema de Grecia, que quiere poner fin a
la austeridad y renegociar su deuda, lo que rechazan sus acreedores,
inflexibles, que piden que Atenas respete las reglas.
El nuevo ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, descartó hoy
tajantemente una salida de Grecia del euro y mostró su confianza en que
su primer encuentro con los socios del Eurogrupo va a ser
"constructivo".
"Por supuesto que no", respondió Varoufakis a la pregunta de si está
sobre la mesa la posibilidad de que Grecia abandone la moneda única
europea.
"Vamos a escuchar el plan" de Varoufakis, ha dicho el presidente del
Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, al llegar a una reunión extraordinaria
de ministros, la víspera de una cumbre de jefes de Estado y de gobierno
de la Unión Europea. "Veremos sobre qué bases podremos seguir dando
nuestro apoyo a Grecia", agregó.
El nuevo gobierno griego debe presentar a sus socios de la zona euro
sus propuestas para un nuevo plan de financiamiento y reformas, que
reemplace el actual, y así liberarse, en parte, de las exigencias de sus
acreedores. Pero esta idea no convence en la Eurozona.
"Formalmente aún
tenemos un programa, por lo tanto la primera pregunta es cómo avanzar
con ese programa", dijo Dijsselbloem.
El ministro alemán Wolfgang Schauble, que el martes ya protagonizó un
choque verbal con Atenas, fue más tajante. "Cada país es libre de hacer
lo que quiere. Pero tenemos este programa. O se lo lleva hasta el
final, o no hay más programa", dijo al llegar a la reunión.
Una alta fuente europea con acceso a los cónclaves ministeriales
había vaticinado un inicio de Eurogrupo "muy rudo".
"Varoufakis, como
Schäuble parten de posiciones muy alejadas", dijo.
"El problema es que no sabemos cuál es la estrategia y cuál es la
parte negociable. Quizás Alemania, o Grecia, ya decidió salir (de la
zona euro), no sabemos nada", agregó la fuente.
La Comisión Europea comparte la opinión de que el programa actual,
que corre desde 2012 y por el que Grecia recibió 130.000 millones de
euros a cambio de drásticas reformas, "es la base, la referencia", como
indicó el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.
Este programa termina a fines de febrero. Aún queda un último tramo
de 7.200 millones de euros. Para girarlo, la UE quiere que Atenas
prorrogue el fin del programa y lleve a cabo las reformas pactadas.
Recién entonces podrán estudiar soluciones sobre cómo aligerar la
gigantesca deuda griega, que representa en torno al 175% de su PIB.
Pero Atenas se opone. No quiere pedir una extensión de su programa y
quiere en cambio que se cree un "programa puente" para mantenerse a
flote hasta septiembre.
Dentro de las reformas ya pactadas con sus acreedores propone cumplir
el 70%, mientras que el 30% restante sería reemplazado por una serie de
reformas elaboradas con la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE). Estas propuestas "no son aceptables en
este momento ya que tenemos un programa con términos claros", estimó el
ministro austríaco Hans Jorg Schelling.
"Podemos discutir propuestas
para el futuro, pero mientras tanto está la regla", agregó, opinión que
compartió su colega español, Luis De Guindos, al llegar al encuentro.
Moscovici estimó sin embargo que "siempre hay espacios de negociación,
margen de maniobra".
Con todos los ministros ya reunidos en el mismo edificio, el griego
Varoufakis, junto al viceprimer ministro de su país, Yanis Dragasakis,
se reunieron al margen con Christine Lagarde, directora gerente del
Fondo Monetario Internacional y uno de los acreedores de Grecia, y el
presidente del Eurogrupo, según una fuente de la delegación griega,
"encuentro en el que se trató lo que podría ser nuestro programa
puente".
Plan de Atenas
Los ministros esperan el plan de Atenas. La pregunta, señaló una
fuente europea, es: "¿Cuáles son las prioridades de Grecia y cómo planea
financiarlas?". "Esperamos que Varoufakis presente una posición
coherente", señaló.
Una fuente diplomática estimó que, sobre la base de las informaciones
de prensa, "las propuestas de Grecia no van en el sentido de generar
más crecimiento y reducir la deuda sino de paliar un malestar social".
El Eurogrupo debe tomar una decisión a más tardar el 16 de febrero,
cuando los ministros de Finanzas de los 19 miembros del bloque vuelvan a
reunirse, una fecha límite que debería permitir a varios parlamentos
nacionales dar su aval, como en Alemania o en Finlandia, dos países
defensores de la ortodoxia fiscal.
"De pura evidencia los países del norte no se ven para nada
afectados, ni preocupados por la perspectiva de una salida de Grecia de
la zona euro", dijo una fuente cercana a las discusiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario