BRUSELAS.- Las operadoras de
telecomunicaciones y de cable se beneficiarán de las nuevas reglas
destinadas a proteger el acceso a Internet para obtener ingresos
adicionales mediante distintos servicios de datos, aunque el futuro
enfrentamiento con los reguladores parece inevitable.
Compañías de telecomunicaciones como AT&T y
Vodafone han convencido a los reguladores en Estados Unidos y en Europa a
poner fin a la llamada "neutralidad de la red", para poder dedicar
parte de su capacidad de redes a nuevos servicios como coches conectados
sin conductor o el intercambio de datos médicos entre los pacientes y
los profesionales de la salud.
La normativa estadounidense permite a las operadoras de
redes desarrollar "servicios especializados", siempre y cuando no
perjudiquen el transporte habitual de datos a hogares y empresas. Las
compañías de telecos esperan que los nuevos servicios puedan generar en
un futuro miles de millones en ingresos al realizarse cada vez más
tareas cotidianas con ayuda de Internet.
Las compañías de telecomunicaciones y de cable
argumentan que cobrar por diferentes servicios y velocidades ayudaría a
financiar las mejoras que necesita la red y a desarrollar nuevos usos
industriales como los contadores de electricidad inteligentes.
Silicon Valley y los defensores de la neutralidad de la
red, sin embargo, responden que el tratamiento discriminatorio llevaría
a un sistema de dos velocidades en el que las compañías de
telecomunicaciones y cable podrían priorizar sus propios contenidos y
obstaculizar el acceso a la red de las empresas nuevas que no disponen
de recursos financieros ingentes.
Antonios Drossos, un defensor de la neutralidad de
Internet de la consultora Rewheel Ltd en Finlandia, dijo que los
reguladores en EEUU y Europa tratarían este asunto caso por caso.
"Todo se reduce a si uno confía en las operadoras de
red ¿Cree usted que quieren ofrecer servicios médicos y coches
conectados a la red o buscan de un resquicio legal en torno a la
neutralidad de la red?", dijo.
El debate sobre si todo el tráfico de datos debe ser
tratado por igual se ha convertido en un tema de plena actualidad entre
las operadoras de redes y las compañías que dependen de la capacidad de
transportar grandes cantidades de datos en banda ancha como Youtube o
Netflix, y ha degenerado en intentos de bloquear algunos servicios como
Skype o el intercambios de software.
El tema se tratará también esta semana en el Mobile
World Congress, la conferencia anual de la industria de las
telecomunicaciones e Barcelona, donde comparecerá el martes el
presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Tom Wheeler.
Algunos ejecutivos europeos de telecomunicaciones creen
que el viejo continente va a adoptar una postura más complaciente sobre
la neutralidad de la red que EEUU, donde la FCC amplió el jueves sus
funciones para poder supervisar a las compañías de banda ancha.
La nueva Comisión Europea bajo la presidencia de
Jean-Claude Juncker quiere estimular el crecimiento alentando a las
empresas de telecomunicaciones a invertir en redes de banda ancha más
rápida, por lo cual aboga por una regulación más suave.
La FCC, por su parte, decidió regular la banda ancha
como un servicio parecido al transporte de la electricidad, poniendo fin
a décadas de una política complaciente hacia compañías como Verizon y
Comcast.
El entorno político en cuanto a la neutralidad de la
red es muy diferente entre EEUU y Europa. Mientras las operadoras de
redes de Estados Unidos están en pie de guerra contra la FCC por sus
nuevas competencias regulatorias en la banda ancha, sus homólogas
europeas ya están más acostumbradas a una regulación más dura.
Los europeos también tienen más posibilidades de elegir
un proveedor de banda ancha ya que los ex monopolios estatales tienen
que compartir sus redes con sus rivales, mientras que los
estadounidenses por lo general sólo pueden elegir entre un monopolio de
cable local y una operadora de telecomunicaciones.
Tom Phillips, quien dirige los asuntos regulatorios
para el lobby de telecomunicaciones GSMA, dijo que las operadoras
europeas pueden vivir con las próximas normas comunes de neutralidad de
la red, ya que un sinfín de reglas nacionales sería mucho peor.
Holanda y Eslovenia tienen sus propias reglas de
neutralidad de la red. Los reguladores holandeses multaron en enero a la
operadora KPN con 250.000 euros y a Vodafone con 200.000 euros por
infringir las reglas.
"Las operadoras europeas son pragmáticas y prefieren
una política europea común para no dejar un vacío a llenar con reglas
nacionales", dijo Phillips.
Un desafío para los reguladores es el de si las
compañías de telecomunicaciones y de cable están utilizando "servicios
especializados" como una forma para evitar el tratamiento indiscriminado
del tráfico de datos.
El Parlamento Europeo, que aprobó el pasado mes de
abril normas para la neutralidad de la red, trató de introducir
cláusulas para abordar este tema, pero éstas podrían verse modificadas
bajo la presión de las operadoras de redes, dijeron expertos.
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