NUEVA YORK.- La batalla judicial por la deuda
argentina vuelve al primer plano en Nueva York con una audiencia sobre
el pago de una parte de los bonos reestructurados por el país y el
vencimiento del plazo para que nuevos querellantes se sumen al fallo a
favor de los fondos especulativos.
Tras más de dos meses de
relativa calma en la causa, el juez federal estadounidense Thomas Griesa
convocó el martes a una audiencia en la que el banco Citibank pedirá se
autoricé de forma definitiva los pagos de intereses de bonos en dólares
emitidos bajo ley argentina, actualmente en un limbo jurídico.
Hasta
el momento, Griesa fue habilitando esos pagos, trimestrales, al tiempo
que mantiene bloqueado desde julio pasado en el Bank of New York (BoNY)
un depósito de 539 millones de dólares que efectuó Argentina para
tenedores de bonos reestructurados en dólares bajo legislación
estadounidense y en euros bajo legislación inglesa.
Con esta
medida, que llevó al país a un default parcial sobre su deuda, el juez
busca que se cumpla su sentencia que obliga a Argentina a pagar 1.330
millones de dólares a fondos especulativos que ganaron un juicio por
deuda en default desde 2001.
El gobierno argentino quiere
circunscribir el default a los bonos emitidos bajo legislación
estadounidense. Por el contrario, los fondos NML Capital y Aurelius instan a Griesa a mantenerlo lo más amplio posible para redoblar la presión.
"Vistos
los antecedentes de Griesa, podría fácilmente autorizar el pago de
Citibank 'sólo por una vez' por cuarta vez, lo cual claramente no es una
solución. Estos retrasos e incertidumbre solo contribuyen a dar más
poder extorsivo a los fondos", indicó la embajadora argentina en
Washington, Cecilia Nahón, de cara a la audiencia.
Argentina
recibió el pasado 13 de febrero una buena noticia desde el Reino Unido,
cuando un juez británico dictaminó que una cuenta del BoNY en Londres
para pagar deuda argentina está cubierta por la ley inglesa, aunque
evitó ordenar que se libere la transferencia para no inmiscuirse en el
litigio que lleva adelante Griesa.
Entre los acreedores con bonos
bajo legislación inglesa se encuentra el fondo Quantum Partners, del
financiero estadounidense George Soros.
Pero
el panorama general de la causa es muy complejo y, al margen de la
audiencia por Citibank, habrá un día antes otra cuestión relevante y que
amenaza con traer más dolores de cabeza a Argentina.
En efecto,
este lunes vence el plazo otorgado por Griesa para que se sumen al
expediente los denominados "me too" (yo también), que forman parte del
7% de tenedores de bonos impagos desde 2001 que no entraron en los
canjes de 2005 y 2010 que efectuó Argentina con importantes quitas y una
aceptación del 93%.
Por propuesta de los propios fondos "buitre",
estos querellantes, algunos con y otros sin sentencia en otros
tribunales estadounidenses, verían reconocido su derecho al "pari
passu", o tratamiento equitativo, para cobrar lo adeudado al mismo
tiempo que los tenedores de bonos reestructurados.
El monto exacto
que representan todos estos casos no se conoce con precisión, aunque en
algunos documentos presentados en la corte se habla de unos 5.000
millones de dólares y otras fuentes sostienen que la cifra final es
cercana al doble.
El gobierno
argentino ha manifestado su predisposición a negociar con los fondos a
los que califica de "buitres", por haber comprado deuda en default por
mucho menos de su valor para buscar su cobro ante la justicia, y el
resto de sus acreedores.
Pero a las declaraciones de Buenos Aires
se opone lo dicho el pasado 19 de febrero en Nueva York por el mediador
judicial del caso, Daniel Pollack, quien afirmó que no ha habido nuevas
discusiones entre las partes por negativa de Argentina.
Buenos
Aires había argumentado en su momento que una traba para negociar con
los fondos era una cláusula de sus canjes, denominada RUFO y vigente
hasta el 31 de diciembre pasado, que le impedía hacer una oferta
mejorada a otros acreedores de su deuda so pena de tener que equipararla
para quienes reestructuraron sus bonos.
"A pesar de nuestros
reiterados intentos de iniciar negociaciones de buena fe, el gobierno
argentino parece decidido a permanecer en default y en desacato con una
orden de un tribunal federal de Estados Unidos", indicó NML en un
comunicado el miércoles pasado aludiendo a la decisión tomada por Griesa
el 29 de septiembre en una acalorada audiencia.
Argentina
completó el jueves su apelación de esa medida, reivindicando su
"inmunidad" como Estado soberano ante los tribunales estadounidenses.
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