sábado, 14 de marzo de 2015

Un euro débil ayudará a las empresas europeas y forzará a las de EEUU a adaptarse

LONDRES.- La bajada del euro hacia la paridad con el dólar dará un muy deseado impulso a las empresas europeas este año y forzará a que sus rivales estadounidenses adapten sus negocios o se arriesguen a perder cuota de mercado.

Aunque los acuerdos para cubrir el riesgo de divisas suponen que los beneficios no se verán automáticamente, la debilidad de la divisa europea ya ha alegrado a los consejeros delegados europeos al hacer sus productos más baratos en el extranjero y elevar el valor de las ventas basadas en dólares.
"Estábamos condicionados por la fortaleza del euro, pero ahora parece que el viento cambia de rumbo e intentamos sacar el máximo provecho de este efecto positivo que nos ayudará a dar un impulso a las ventas y beneficios de 2015", dijo Jean-Paul Agon, consejero delegado del grupo francñes de cosmética L'Oreal, a inversores el mes pasado.
Otras empresas que predicen unos vientos favorables procedentes de una caída cercana al 20 por ciento en el valor del euro en el último medio año, hasta valores de 1,06 dólares el viernes, son el fabricante de aviones Airbus, la fabricante de coches y camiones Daimler y los grupos de ingeniería franceses Schneider Electric y Alstom.
Algunas compañías estadounidenses también ven positivo un euro más débil, como unos menores costes de financiación, una mejor evolución de sus filiales europeas que exportan o una mayor demanda de clientes europeos, además de una mayor afluencia de viajes al continente para el sector turístico.
Sin embargo, la mayoría de empresas estadounidenses, como Apple, Dupont, Priceline, Caterpillar o General Electric, han advertido de que pueden verse afectadas en Europa y otros lugares, mientras algunas como Xerox han reducido sus previsiones de beneficios por ello.
Estas empresas han dicho que ahora buscan reducir los costes, aumentar la proporción de ínsumos desde dentro de la zona euro y adaptarse con nuevas políticas de precios para tratar de mantener sus cuotas de mercado y márgenes.
"Las empresas de EEUU que exportan a Europa podrían ver presión en sus márgenes por ajustes de precios o promociones en Europa", dijo James Targett, analista de Berenberg.
Planear a más largo plazo es necesario, teniendo en cuenta que la debilidad del euro se mantendrá a causa del programa de compra de bonos del Banco Central Europeo (BCE) y un probable aumento en los tipos de interés a causa de una sólida economía en Estados Unidos.
"Tienes que pensar sobre dónde tienes tus ingresos, donde produces y dónde compras tus materias primas", dijo.
Muchas empresas dijeron que los contratos de cobertura suponen que el impacto de un euro más débil llevará algún tiempo. Alstom y la suiza ABB, que tiene plantas de producción en la zona euro, dijo que no se dejaría sentir hasta la segunda mitad del año.
Airbus dijo que estaba cubierta para 2015, 2016 y "gran parte" de 2017, lo que lleva a que los analistas predigan que no sería hasta 2018 cuando el grupo sintiese un impulso significativo.
Mientras tanto, el euro débil puede lastrar los resultados de algunas empresas europeas porque algunas deben registrar caídas en el valor de los instrumentos de cobertura, que se mueven en dirección opuesta a los ingresos de las empresas.
"En sí misma, la caída del euro es una buena noticia. Debería tener un impacto positivo en nuestras ventas y beneficio operativo, pero por supuesto, a corto plazo habrá un lastre en nuestra tasa de rentabilidad", dijo Francois-Henri Pinault, consejero delegado del propietario de Kering, que posee las marcas Gucci y Puma, en una conferencia con analistas el mes pasado.
Kering dijo que pasa a usar opciones, es decir pagar una prima para cubrirse de los vaivenes de las divisas, en lugar de unos contratos 'swap' que deben ser revisados trimestralmente y cuyos cambios se deben reflejar en la cuenta de beneficios del ususario.
Empresas estadounidenses como Google y PepsiCo dijeron que las coberturas les ayudarían a mitigar las pérdidas a corto plazo. Pero los negocios también estudian cómo reconfigurar sus operaciones para limitar el impacto de un euro más débil y capitalizar cualquier oportunidad.
Algunas dijeron que estudiarían reducir costes, mientras que otras intentarían elevar los precios en euros en Europa para tratar de compensar que el euro valga menos, aunque las presiones a la baja en los precios en Europa supone que las empresas tienen poco margen para maniobrar con los precios.
El conglomerado 3M dijo que estudiaba vincular algunos precios al dólar e incluso renegociar los precios a los que compra bienes.
Muchas empresas dijeron que estudiaban capturar los beneficios del euro en su cadena de suministro. El consejero delegado de ABB, Uli Spiesshofer, dijo que su empresa estudiaba "aprovechando a suministradores basados en euros". Nick Gangestad, director financiero de 3M, dijo que la empresa buscaba "la autosuficiencia regional".
La estrategia también puede ser reducir costes a corto plazo, pero eso supone riesgos.
"La parte negativa de esto, es que las fuentes locales no producen economía de escala y podría hacer menos eficiente el abastecimiento. La escala es genial para tener poder de precios", dijo el analista de Morningstar, Philip Gorham.
Para algunas empresas estadounidenses, la debilidad de la divisa será una bendición para sus filiales europeas en apuros. La estadounidense Caterpillar dijo que se vio forzada a reducir su planta de excavadoras en Grenoble en los últimos años, pero que la debilidad del euro podría ayudar a recupearse.
Philip Morris International, que tiene una parte significativa de su deuda denominada en euros, dijo que también se beneficiaba de los costes de financiación, ya que pagar los cupones de deuda en euros era ahora más barato en términos de dólares.

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