PEKÍN.- China podría socavar sus reformas
estructurales si adopta una política monetaria excesivamente flexible,
dijo el domingo el gobernador del banco central, Zhou Xiaochuan, al
tiempo que se comprometió a relajar los controles de capital para ayudar
en el proceso de convertibilidad del yuan.
Zhou también intentó aplacar las preocupaciones sobre
el impacto de los volátiles flujos de capital en la economía de China,
al decir que las reservas en moneda extranjera proveen un cortafuegos y
que el país cuenta con capacidad para lidiar con salida de fondos a
corto plazo con fines especulativos.
El gobernador reiteró que el banco central todavía
mantiene una política monetaria prudente, a pesar de los recientes
recortes de tipos de interés y las reservas bancarias en el país.
El banco central de China ha mantenido esta política
desde el 2011, elevando o recortando los tipos de interés en línea con
los cambios de la economía. Pero la entidad ha enfatizado la necesidad
de una política "centrada" en alentar el crecimiento, que en el 2014
registró su ritmo más bajo en 24 años, al ubicarse en 7,4 por ciento.
"Si adoptamos una política monetaria excesivamente
flexible, no será favorable para las reformas estructurales", dijo Zhou
en una conferencia de prensa en Pekín.
Zhou indicó que China está haciendo progresos
constantes en torno a la convertibilidad del yuan, aunque el Fondo
Monetario Internacional no requiere que la moneda china sea convertible
del todo para incluirla en la cesta de divisas incluidas en el SDR
(derechos especiales de giro).
A fin de alcanzar este objetivo, China tomará más
medidas este año para facilitar que los ciudadanos puedan invertir en
los mercados financieros internacionales y reformar el esquema de
Inversores Institucionales Extranjeros Calificados (QFII por sus siglas
en inglés), que "no es suficientemente conveniente ni flexible".
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