viernes, 20 de marzo de 2015

La Unión Europea entrega ayuda urgente a Grecia pero persiste la desconfianza

BRUSELAS.- La Comisión Europea anunció este viernes que entregará 2.000 millones de euros a Grecia, en grave situación de liquidez, mientras que los líderes de la zona euro instaban a Atenas a presentar su lista de reformas prometidas lo antes posible.

Los 2.000 millones de euros son fondos para el desarrollo sin utilizar, y deberán destinarse para "reforzar el crecimiento", declaró en rueda de prensa el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker.
"No irán a las arcas del Estado griego", aseguró Juncker al término de una cumbre de la Unión Europea en Bruselas, durante la cual el primer ministro griego, Alexis Tsipras, mantuvo hasta horas de la madrugada una negociación con los líderes de Alemania, Francia y las instituciones acreedoras de Atenas en Bruselas.
El gobierno griego presentará sus reformas en los "próximos días" aseguró un comunicado tras esa larga reunión. Tsipras viaja a Berlín el lunes.
Grecia debería "invertir este dinero en sectores propicios en materia de perspectivas de crecimiento para aportar una respuesta al problema del desempleo masivo de los jóvenes", agregó Juncker.
El ambiente en las capitales europeas y en Bruselas es de gravedad ante una crisis que se prolonga, y que podría desembocar en la salida de Grecia de la moneda única.
Grecia necesita urgentemente fondos, hasta 7.000 millones de euros, para afrontar a mediano plazo los vencimientos de deuda, tanto en los mercados como con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que este mismo viernes le devolvió 348 millones de euros.
Pero los socios europeos optan por el momento por dar una de cal y una de arena a Atenas, para obligarlo a presentar propuestas que consideren claras y convincentes.
Ese fue el compromiso adoptado por los líderes de la zona euro, incluido Tsipras, el 20 de febrero.
"Creo que sería muy positivo para Grecia que cumplieran sus compromisos, yo creo que hay buena disposición de parte de todo el mundo", declaró el jefe de gobierno español, Mariano Rajoy.
Tsipras afronta una "crisis humanitaria" en su país, reconoció Juncker. El primer ministro griego consiguió esta misma semana que el parlamento aprobara una ley de lucha contra la pobreza, a pesar de que no consultó su contenido con sus socios.
Para el gobierno de coalición griego, las decisiones deben ser políticas, mientras que para los líderes de la zona euro es imprescindible centrarse en las cifras, los planes detallados.
"No hubo ninguna discusión ayer (madrugada del viernes) sobre el contenido de las reformas (...) es responsabilidad de los griegos formular" las propuestas, que no deben ser "recesivas" insistió Tsipras.
La canciller alemana, Angela Merkel, quien ya había advertido antes de acudir a Bruselas que no cabía esperar una solución rápida de una reunión que no incluía a todos los socios de la zona euro, recalcó que cuanto antes se presenten las reformas, y se aprueben, más rápido se podrá girar a Atenas la ayuda financiera.
El presidente francés, François Hollande, adoptó una vez más un tono conciliador.
"El espíritu de confianza mutua que reinaba esta mañana (...) permitirá hallar una solución a lo que se denomina el problema griego", declaró.
El gobierno griego, una heterogéneo coalición de izquierda y derecha, "es nuevo", reconoció Tsipras.
"Necesitamos rodarnos", añadió.
Pero para el jefe de gobierno griego, la prioridad es "el mandato que nos dieron los griegos" de poner fin a la austeridad.
Atenas y sus socios europeos disponen hasta finales de abril para ir ajustando ese contraste de pareceres.

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