lunes, 2 de marzo de 2015

La caída del petróleo frustra promesas presidenciales en Argelia

ARGEL.- Un año después de su reelección para un cuarto mandato, el presidente argelino debe renunciar a algunas de sus promesas debido a la caída de los precios del petroleo, que lastran a un país totalmente dependiente de los hidrocarburos.

La crisis generada por el retroceso de la cotización del crudo, que cayó en enero a su menor nivel en seis años, es "severa" y puede tener consecuencias "imprevisibles", según el presidente Abdelaziz Buteflika.
Buteflika ha utilizado buena parte de la renta petrolera para comprar la paz social y dejar a su país al margen de las tempestades de la "primavera árabe" de 2011.
Pero el precio del petróleo ha perdido la mitad de su valor en seis meses y el gobierno argelino ha tenido que adoptar una primera serie de medidas de austeridad.
Las contrataciones en la función pública han sido congeladas, se ha establecido un estricto control al comercio exterior ya que los gastos de importación se han triplicado en 10 años, y los proyectos considerados no urgentes han sido postergados.
De momento, salvo una subida de los precios causada por una depreciación de la moneda local, los efectos no son visibles aún en la vida diaria de los argelinos. Pero podrían aparecer pronto si la crisis persiste.
"Argelina no podrá aguantar más de tres o cuatro años sin recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI)", auguró el exgobernador del Banco de Argelia, Abderraman Hadj-Nacer en una conferencia pública.
Para hacer frente a sus nuevos gastos, Argelia ya ha tenido que recurrir a sus reservas de divisas, que se han reducido en 10.000 millones de dólares en seis meses, tras haber subido de forma continua en los anteriores diez años.
En la campaña presidencial, Buteflika había prometido mantener las ayudas sociales y las financiaciones públicas concedidas a los jóvenes, lo que causó indignación en las redes sociales, donde internautas argelinos denunciaron un "derroche del dinero público".
Argelia obtiene más del 95% de sus ingresos externos de la exportación de hidrocarburos, e importa anualmente por valor de 60.000 millones de dólares en productos y servicios.
Argelia es un país por tanto muy dependiente también de sus importaciones: de las 760.000 empresas censadas en el país, 300.000 no producen nada y sus actividades se reducen a operaciones de importación, según el Foro de jefes de empresa (FCE), principal patronal del país.
El país debe "iniciar reformas en los próximos cinco años para salir de esta dependencia" de los hidrocarburos, preconiza el economista Mohamed Hamaduche.
Hace pocos días el FMI ya exhortó a Argelia a acelerar su programa de reformas económicas.
"Una consolidación financiera y económica es importante para adaptar los gastos e ingresos del Estado a un precio del petróleo en torno a los 50 a 70 dólares el barril en lugar de 100 dólares" afirmó un alto responsable del FMI.
"El problema central estratégico para Argelia entre 2015 y 2025, es el de efectuar la transición de una economía de renta a una economía al margen de los hidrocarburos", agregó.

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