ARGEL.- Un año después de su
reelección para un cuarto mandato, el presidente argelino debe
renunciar a algunas de sus promesas debido a la caída de los precios del
petroleo, que lastran a un país totalmente dependiente de los
hidrocarburos.
La crisis generada por el retroceso de la cotización del crudo, que
cayó en enero a su menor nivel en seis años, es "severa" y puede tener
consecuencias "imprevisibles", según el presidente Abdelaziz Buteflika.
Buteflika ha utilizado buena parte de la renta petrolera para comprar
la paz social y dejar a su país al margen de las tempestades de la
"primavera árabe" de 2011.
Pero el precio del petróleo ha perdido la mitad de su valor en seis
meses y el gobierno argelino ha tenido que adoptar una primera serie de
medidas de austeridad.
Las contrataciones en la función pública han sido congeladas, se ha
establecido un estricto control al comercio exterior ya que los gastos
de importación se han triplicado en 10 años, y los proyectos
considerados no urgentes han sido postergados.
De momento, salvo una subida de los precios causada por una
depreciación de la moneda local, los efectos no son visibles aún en la
vida diaria de los argelinos. Pero podrían aparecer pronto si la crisis
persiste.
"Argelina no podrá aguantar más de tres o cuatro años sin recurrir al
Fondo Monetario Internacional (FMI)", auguró el exgobernador del Banco
de Argelia, Abderraman Hadj-Nacer en una conferencia pública.
Para hacer frente a sus nuevos gastos, Argelia ya ha tenido que
recurrir a sus reservas de divisas, que se han reducido en 10.000
millones de dólares en seis meses, tras haber subido de forma continua
en los anteriores diez años.
En la campaña presidencial, Buteflika había prometido mantener las
ayudas sociales y las financiaciones públicas concedidas a los jóvenes,
lo que causó indignación en las redes sociales, donde internautas
argelinos denunciaron un "derroche del dinero público".
Argelia obtiene más del 95% de sus ingresos externos de la
exportación de hidrocarburos, e importa anualmente por valor de 60.000
millones de dólares en productos y servicios.
Argelia es un país por tanto muy dependiente también de sus
importaciones: de las 760.000 empresas censadas en el país, 300.000 no
producen nada y sus actividades se reducen a operaciones de importación,
según el Foro de jefes de empresa (FCE), principal patronal del país.
El país debe "iniciar reformas en los próximos cinco años para salir
de esta dependencia" de los hidrocarburos, preconiza el economista
Mohamed Hamaduche.
Hace pocos días el FMI ya exhortó a Argelia a acelerar su programa de reformas económicas.
"Una consolidación financiera y económica es importante para adaptar
los gastos e ingresos del Estado a un precio del petróleo en torno a los
50 a 70 dólares el barril en lugar de 100 dólares" afirmó un alto
responsable del FMI.
"El problema central estratégico para Argelia entre 2015 y 2025, es
el de efectuar la transición de una economía de renta a una economía al
margen de los hidrocarburos", agregó.
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