NUEVA YORK.- La mayoría de los principales
bancos de Wall Street ahora estima que la Reserva Federal esperará al
menos hasta septiembre antes de subir los tipos de interés, después de
que la Fed rebajara su evaluación sobre la economía estadounidense y
pronosticó un camino más suave para elevar los tipos en los próximos dos
años.
Hace apenas dos semanas, los máximos economistas de
este grupo habían elegido junio como el momento más probable para el
término de la política de tipos cercanas a cero que adoptó la Fed en
diciembre del 2008.
El cambio de opinión deja a los economistas más cerca
de la visión del mercado de bonos sobre cuál será el momento en que la
Fed elevará sus tipos.
Doce de 16 operadores primarios que realizan negocios
directamente con el banco central estadounidense dijeron el miércoles
que prevén un alza de los tipos en septiembre o después. Sólo cuatro de
los que respondieron el sondeo de Reuters mantuvieron su opinión de que
será en junio.
En cambio, en un sondeo realizado el 6 de marzo tras
una serie de sólidos informes de empleo en el país, sólo siete de los 16
que respondieron la consulta estimaron un alza en septiembre o después,
mientras que nueve proyectaron que sería en junio.
Inesperadamente la Fed redujo el miércoles sus
proyecciones de crecimiento e inflación, lo que provocó ganancias en
Wall Street y en el mercado de bonos, además de una fuerte liquidación
del dólar.
Los rendimientos de los bonos de corto plazo, los más
sensibles a los cambios en la política monetaria de la Fed, registraron
su mayor caída diaria en seis años, mientras que el dólar sufrió su peor
jornada frente al euro en seis años.
El Comité Federal de Mercado Abierto, que fija la
política monetaria del banco central estadounidense, retiró como se
esperaba la palabra "paciente" de su comunicado post reunión con la que
hacía referencia al enfoque sobre cuándo podría elevar el costo del
endeudamiento.
Además, los funcionarios de la Fed bajaron su
estimación promedio del crecimiento de la economía de Estados Unidos
para el 2015 de 2,3 a 2,7 por ciento, desde una proyección en diciembre
de 2,6 a 3,0 por ciento. Asimismo, redujeron sus estimaciones de
inflación para este año a entre 1,3 y 1,4 por ciento desde 1,5-1,8 por
ciento hace tres meses.
"Primeramente fue el giro bajista en sus proyecciones
de crecimiento e inflación", dijo Mike Moran, economista jefe de Daiwa
Capital Markets America, respecto a porque había cambiado su opinión de
junio a septiembre.
Los economistas atribuyeron en parte los cambios en las
proyecciones de la Fed a la apreciación del dólar, que tocó un máximo
de 12 años contra una canasta de monedas la semana pasada, y al
impacto negativo de la moneda estadounidense en las exportaciones.
"En nuestra opinión, la Fed está claramente preocupada
por la fortaleza del dólar, y estos recortes en el pronóstico de tipos
refleja que la proyección de inflación sigue baja", escribieron en una
nota de investigación Joe LaVorgna y Brett Ryan, economistas del
Deutsche Bank.
Con un pronóstico que muestra que la inflación
estructural podría no alcanzar la meta del 2 por ciento establecida por
la Fed, al menos hasta 2016, el comité de política monetaria
probablemente mantenga una postura cautelosa para normalizar las tasas.
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